Por Barconini-(barcón-2@hotmail.com)
LA POLITICA o el «Prometer y no dar…..»
Me viene a la memoria ese viejo refrán que dice que «prometer y no dar a los tontos hace alegrar» … y viendo como está el patio, el patio de las inmediatas elecciones municipales, y de las muchas promesas que ahora nos ofrecen los políticos de turno y los que se apuntan ansiosamente para ello, cabría recordarles esa otra máxima que muy bien dice que «uno de los hábitos más peligrosos de los hombres y mujeres, mediocres, que van a la política, es prometer lo que no pueden cumplir». Lo que nos lleva a reflexionar que el voto que vamos a dar en ese próximo mes de mayo florido, es al hombre/mujer que promete menos…pues será sin duda alguna el que menos nos decepcione. Porque hay que ver lo que a estas alturas nos vienen prometiendo algunos/algunas de los candidatos a ser alcaldables… les falta prometer la Luna. Sentidiño.
Y siguiendo en esa linea política, ya el político prusiano Bismarck, dejaría escrito que « la politica no es una ciencia, como se imaginan muchos profesores, sino un arte» . Y en este sentido, nuestro joven y dinámico alcalde José Manuel Rey Varela, que ha debido aprender algo o mucho en su contacto con determinados artistas, ha sabido prometer en su día, y cumplir ahora, entre otros aspectos, que los Jardines de San Francisco serían remodelados y adecentados, en promesa hecha en su día a la Consejera Delegada de Paradores, en un momento clave de posible cierre de este emblemático establecimiento hostelero.
Y está ahora en plena marcha de acondicionamiento, este bello campo de San Francisco, de 2.296 m2, con dos parcelas de jardines contiguas a los solares de la Cuesta de Mella, de 330 m2, terrenos cedidos en 1942, por la Marina, al concello ferrolano. Un espacio ajardinado, en un lugar privilegiado, con vistas al mar, que atraerá la atención no solamente de los ferrolanos que sepan apreciarlo, y que ha sido y sigue siendo tema preferido en las mas diversas experiencias pictóricas, ya que la pintura del jardin formó un género muy particular , debido a la fuerte carga simbólica que tiene implicitamente el mismo y a su propósito principal: la belleza.
Y como bien dijo alguien algún dia, «podemos decir, con mayor precision, que todo jardín es un sentimiento/pensamiento hecho lugar». Y encima de todo ello, servirá para, si cabe, aumentar la actividad de nuestro acogedor Parador de Turismo, que ve muy satisfactorio estas importantes obras que dejarán este espacio como un primor en plena primavera…
Y a los que sientan el ánimo de la curiosidad por ver estas activas obras que se están llevando en estos jardines, muy bien podrán disfrutar en ese acogedor Parador de Turismo, de ese nuevo espacio gastronómico, el restaurante «Enxebre» que ofrece los platos más tradicionales de la rica gastronomía gallega, como bien puede ser la empana, las vieiras, el pulpo a la feria, pescados del día, tortillas en tixolas, carne al caldeiro, freixós….. Todo ello bajo el bien atendido servicio, dirigido por ese director, magnifico profesional, José Antonio Cedena Teodosio. que me hace entrega estos dias de esa ya reconocida publicación «Paradores», en donde ya en su linea editorial, su presidenta-consejera delegada Angeles Alarcó Canosa, nos dice que «queremos que nada les impida saborear al máximo el encanto de nuestros establecimientos y los lugares privilegiados en los que se ubican. A ello seguiremos dedicando nuestro esfuerzo».
IMELDO CORRAL
Y hablando de jardines, hablaremos otro día del Parque Municipal, aunque ahora mismo al pasar casi a diario por su proximidad, echo en falta la cartela del nombre de la cortísima calle dedicada al recordado pintor local Imeldo Corral, que ha desaparecido, por las obras de ordenamiento de dicho Parque y que convendría reponer, calle que como sabemos queda entre final de la calle María y Emilio Antón.
RUBEN BORRE: pintor con experiencia
Tras deambular por una y otra exposición, de las muchas que se celebran en la ciudad, aconsejo visitar la que nos ofrece Exponav en su bien acondicionada sala, aunque poco, muy poco frecuentada, donde podemos apreciar el buen hacer de un veterano pintor argentino, Rubén Borre (1950), que cuenta con un amplio e interesante historial artístico, y con una obra de gran calidad y variedad, en un ofrecimiento de un arte entrañablemente vivo, con gran dominio de la técnica que en su caso creo acertar es fruto de la experiencia y la experiencia no es un don, sino el resultado de un largo ejercicio, y aunque no lo conozco personalmente, desde mi visión de pintor, creo encontrarme ante un verdadero creador, que vive un magnifico momento pictórico. Su pincelada firme nos hablá asimismo de la firmeza, de su personalidad. En plan reflexivo, podría decir que muchos artistas tienen el instinto de saber hacia dónde dirigen su nave estética. Para otros, es un verdadero esfuerzo… Rubén Borre, creo que ha conseguido ya hace tiempo ese instinto.
En su exposición he echado en falta alguna información sobre este extraordinario pintor, algún tipo de catálogo, siendo muy escasa su publicidad y la difusión a nivel local, de esta importante muestra pictórica.
Sigue el céntrico y acogedor Café Sevilla,en la calle galiano, fundado en 1959, y bien llevado ahora, por ese joven y dinámico matrimonio formado por Carlos y Helga, haciendo una magnifica labor cultural y artística, al ofrecer su local para exposición de artistas plásticos, fotógrafos e incluso para el buen cante.
Lo hace ahora, ese pintor local, José Maria Diaz, socio de la SAF, que ante la vista de su obra, volcada en temas muy nuestros, muy reconocidos, con una fuerte raiz impresionista nos muestra su pura sensibilidad pictórica y sobre todo su sentido descriptivo del color. Pintura con cierto acento lírico y sumamente comunicable, ya que en toda ella se puede muy bien apreciar la delicadeza de su toque, su levedad, la maestría con la que juega el fenómeno de la mezcla óptica… pero sobre todo la armonía y la soltura, sabe conseguir en cada cuadro la perfección descriptiva de un lenguaje suelto y lleno de armonías cromáticas. Una exposición digna, para no perderla de vista, Pepe Diaz, que encima canta bien, nos ofrece una obra llena de ritmo y equilibrio, muy personal y perfectamente concebida y realizada.