Fausto Escrigas Estrada (Ferrol, febrero de 1925-Madrid, 29 de julio de 1985) fue un vicealmirante de la Armada Española y director general de Política de Defensa, asesinado por la banda terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA).
Natural de Ferrol, nació en febrero de 1925 en el domicilio paterno de la calle Espartero, hijo de un vicealmirante de la Armada Española. Ingresó en la Armada el 20 de julio de 1943.
El 18 de agosto de 1947, enrolado ya guardiamarina, fue testigo de la trágica explosión de uno de los almacenes de minas de la Base de Defensas Submarinas de Cádiz, ubicada por aquel entonces en el barrio de San Severiano, en los terrenos que después ocupó el Instituto Hidrográfico de la Armada, acompañando a su padre, el vicealmirante Fausto Escrigas Cruz, comandante general del Arsenal de “La Carraca”. El suceso ocasionó más de un centenar y medio de muertos (sin contabilizar los desaparecidos) y casi 5.000 heridos, destruyendo también cientos de edificios.
Obtuvo el nombramiento de alférez de fragata en 1947 y el de alférez de navío un año después, ascendiendo a teniente de navío en 1953. En 1964 fue promovido al empleo de capitán de corbeta, en 1972 al de capitán de fragata y en 1980 a capitán de navío. Ascendió a contralmirante en 1982.
Alcanzó el puesto de vicealmirante el 9 de febrero de 1984. Desde ese mismo mes desempeñaba el cargo de director general de Política de Defensa, en donde estudiaba y preparaba los asuntos competencia del Ministerio en sus ámbitos interior y exterior .
Su asesinato
La cúpula de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) ordenó atentar contra él. Durante días, Inés del Río Prada y Esteban Esteban Nieto, integrantes del comando Madrid de la banda terrorista, vigilaron a Escrigas siguiendo órdenes de la dirección de la banda.
Alrededor de las nueve de la mañana del 29 de julio de 1985, otros terroristas del comando —Ignacio de Juana Chaos, Juan Manuel Soares Gamboa y Belén González Peñalba—atentaron contra él y su chófer, Francisco Marañón García, que lo llevaba por Madrid en su coche oficial. Efectuaron varios disparos desde un vehículo que habían robado. El atentado, que se produjo a escasos metros del domicilio de Escrigas, acabó con su vida y dejó con heridas graves al chófer. El vicealmirante llegó muerto a la clínica La Paz, mientras que a Marañón hubo que operarlo de urgencia, pues tenía una bala en el cerebro.
Escrigas dejó viuda, María Flor Rodríguez, y cuatro hijos, dos de ellos marinos como él, Juan, actual director del Museo Naval de Madrid, y Fausto, almirante (r) así como Cuca y Guillermo (+)
Tras su asesinato por ETA fue nombrado hijo predilecto de la ciudad de Ferrol, donde había recibido cristiana sepultura en el cementerio municipal de Catabois.
Con independencia de otras distinciones recibidas durante su vida profesional, en mayo de 2001 le fue concedida la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, a título póstumo.
Del Río Prada, De Juana Chaos y Soares Gamboa fueron juzgados el 30 de marzo de 1995 en la Audiencia Nacional, donde se les condenó, en total, a 158 años de cárcel y a indemnizar con 15 millones de pesetas a la familia de Escrigas y con otros 50 millones a su chófer, que, si bien se salvó, quedó con una incapacidad ya de por vida.En 2006, la Audiencia Nacional condenó también a González Peñalba a indemnizar con 350 000 euros a los herederos de Escrigas y con 360 000 euros a Marañón.