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El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha firmado en la mañana de este lunes, día 2, en Ferrol, un convenio con la orden de las Hermanas Oblatas encaminado a mantener un programa de ayuda a las mujeres víctimas de explotación sexual. El objetivo de este convenio es favorecer la formación e integración social de estas mujeres, de las cuales un alto porcentaje de sus beneficiarias son inmigrantes.
En la firma de esta convenio, además de Alfonso Rueda, se han dado cita la secretaria xeral de Igualdade, Susana López Abella; el alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela; la concejala de Igualdade de Ferrol, Verónica Casal; y la portavoz de la orden religiosa, Rosario Echevarría.
Al respecto, Rueda ha recordado que este convenio es «uno más» de los que la Xunta tiene con diversos colectivos y a los que se destinan más de 300.000 euros anuales. Se trata de «no bajar la guardia» y dar «accesibilidad» a centros que atienden a víctimas de explotación sexual, «un problema que sigue existiendo y que las mujeres que lo sufren necesitan ayuda, una oportunidad, para intentar salir de este mundo, atajar este problema».
«Desde la Xunta tenemos que colaborar y aportar», ha reivindicado el vicepresidente gallego, quien ha aprovechado para destacar el «trabajo que realizan ésta y otras entidades por esta integración». Además, ha hecho hincapié en que «hay que atajar ya» el que «se siga traficando» con mujeres.
Además, ha recordado que en años anteriores este convenio solía firmarse en Santiago, en un acto con todas las organizaciones, pero ha indicado que «a veces es necesario venir a ver sus instalaciones, sus métodos de trabajo».
ACTIVIDADES
Por su parte, las Hermanas Oblatas han agradecido a la Xunta la colaboración para poder continuar con este programa y, en concreto, la portavoz de la hermandad en Ferrol ha recordado que se remonta al año 2010 con el objetivo de «erradicar la trata de seres humanos con fines de explotación sexual».
Asimismo, ha proseguido, se trata de ofrecer «una salida a las mujeres inmigrantes que ejercen la prostitución en Galicia», un programa que lleva por nombre O Mencer y que está dividido en tres partes: área común de formación general, área de actividades complementarias y área técnica de capacitación.
En 2014, según Echevarría, esta orden ha atendido a 327 personas, de las que 305 fueron mujeres y de las que «más del 95 por ciento son inmigrantes», siendo su ámbito de trabajo Ferrolterra, Eume y «puntualmente» Ortegal. El convenio firmado recoge una aportación de 37.000 euros para el programa de recuperación de las mujeres que han ejercido la prostitución, además de otros 15.000 euros para la instalación de un elevador, una infraestructura requerida a fin de «poder utilizar la primera planta para la realización de actividades».
