Las obras de saneamiento se centrarán desde la semana que viene en la zona portuaria lo que obligará a nuevos cambios en la ordenación del tráfico, así lo ha adelantado en la mañana de este jueves, día 15, en los micrófonos de la COPE el director de obra de ACUAES dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, José Piñeiro.
Las obras de saneamiento de la ría en Ferrol-Narón llegan ya al 42 por ciento con finales de año como plazo para su finalización.
José Piñeiro ha reconocido que esas obras en Ferrol tienen una especial dificultad por encontrarse casi exclusivamente en zona urbana y con tramos como el ferrocarril o el foso del Arsenal Militar.
Ahora cuando A Magdalena, Ferrol Vello y parte de Canido ya han dejado de verter sus aguas fecales sin depurar al mar, la actividad se concentra en el paseo de Irmandiños.
El director de obra señala sobre el funcionamiento de los colectores generales y de los “tanques de tormenta” que «a lo largo de los distintos barrios se están ejecutando esos colectores y al mismo tiempo se están construyendo también once ‘tanques de tormenta’ con una capacidad total de 25.000 metros cúbicos que van a permitir de alguna manera regular las aguas residuales en los momentos de lluvia; esas aguas que recogen los alcantarillados de la ciudad cuando llueve irán a esos tanques para almacenarlas momentáneamente y luego enviarlas a la depuradora cuando deja de llover”.
Sobre la ubicación de los taques de tormenta señaló que han provocado modificaciones de los proyectos iniciales en el trazado para no afectar ni al parque de “la ranita” en la zona portuaria ni al de Pablo Iglesias, en Esteiro. Ahora ese «tanque de tormenta» irá bajo tierra en el puerto; así, en el mes de marzo se deberán terminar las obras en el paseo Irmandiños, y continuarán en la zona portuaria y en Narón.
Por el momento continúan instalándose colectores para la recogida de aguas y rehabilitando los tubos que en algunos casos datan del siglo XVIII.
“La técnica de rehabilitación consiste básicamente en poder introducir mediante aire a través de los pozos de registro que vemos en las calles una especie de manga impregnada con una resina, se hace esta labor entre un pozo y otro y se va deslizando por medio del tubo. Una vez que ya se alcanzó el otro registro se hincha exteriormente con vapor y ese vapor lo que ocasiona es que la resina se ‘rigidice’ y se adhiera a las paredes del tubo y estás fabricando como un tubo dentro de otro y eso es lo que permite después garantizar su durabilidad”.