María Fidalgo Casares, Doctora en Historia.
Algunos reyes y reinas de la historia universal han sido recordados por epítetos o sobrenombres. “La Loca”, “La Grande”, “El hermoso», “El hechizado»… Aunque los reyes no deben significarse políticamente, ya que son reyes de todos los españoles y no deben mostrar- aunque las tengan -simpatías por uno u otro bando, a este paso Letizia podría ser recordada como “la Reina Roja”.
A su “interés” por los líderes de izquierda como Pedro Sánchez o Pablo Iglesias, la desgana en los actos militares y religiosos, la gota que ha desbordado el vaso ha sido su desprecio – o llanamente rechazo- a los símbolos institucionales, que son algo inherente a la condición monárquica.
Siendo princesa había sorprendido su negativa a beber en los brindis por la monarquía que suelen cerrar los ágapes oficiales -la disculparon por una supuesto abstemia que no era tal cuando tomaba cañas por Tirso de Molina- , su negativa a jurar bandera en la última entrega de despachos de la Escuela Naval, pero ya el colmo ha sido el prohibir en palacio las ceremonias de izado, arriado de bandera y toque de oración, obligadas en instalaciones militares.
La reina Letizia ha sido, según fuentes del propio palacio, la responsable de estas medidas, que rompen la tradición de la guardia militar del Rey. Además, ha mandado trasladar el mástil que sostiene la enseña desde las proximidades del cuerpo de guardia a las dependencias administrativas del complejo, junto a un parking, lo que ha creado un enorme malestar entre la guardia real y militares de carrrera por el desprecio que supone.
En un principio la prensa mostró hacia Letizia un cortesanismo que rayaba el ridículo más sonrojante, pero secretos a voces ya desacreditaban a la prometida del entonces Príncipe por su condición no sólo de divorciada y plebeya, sino de agnóstica, republicana, sindicalista y de izquierdas, algo que recoge en su libro. «Letizia Ortiz. Una republicana en la corte del Rey Juan Carlos», el periodista Isidre Cunill.
Estos supuestos, atribuídos a la futura princesa, y que muchos consideraron una pataleta de los monárquicos por la más que dudosa elección del principe, parece que no iban tan desencaminados, tal y como está demostrando en los últimos tiempos.
Repasaremos uno por uno estos indicios y las últimas actuaciones de la ya Reina en estos ámbitos
1- Agnosticismo.
Parece que Letizia abjuró del agnosticismo al abrazar la fe de Cristo y casarse por la iglesia… De hecho hizo varias declaraciones grandilocuentes al respecto como cuando Rouco Varela,, que se mostraba reticente a unir en matrimonio al Príncipe con una mujer que se había declarado atea, le preguntó ¿Por qué es ahora importante para usted casarse por la Iglesia católica?”. Ella respondió: “Porque cuando conocí a Felipe vi la luz de la fe”. ( sic)
Los teólogos coinciden en que conversión en edad adulta es la mas auténtica ya que se hace con plena consciencia, frente al bautizo de nacimiento que se hace en la inconsciencia y luego continua por inercia. La conversión de Letizia Ortiz parecía ser un auténtico spot publicitario planetario para el catolicismo, en una época de crisis de vocaciones, apostasías e indiferencias.. Pero no fue así. Un ortodoxo podría ver claramente a una falsa conversa por la poca entrega en las ceremonias, cierto desdén al protocolo en las visitas papales, negativa a santiguarse en ritos catedralicios, poca atención en las liturgias, negativa al recogimiento de la mantilla, como vimos recientemente en su primer acto como reina el día del Patrón de España.
El exhibicionismo corporal del que hace gala y sobre todo la gran frivolidad que supone su adicción a las cirugías estéticas en tiempos de penurias de su pueblo, tampoco están muy en consonancia con alguien que tan madurita alcanzó la luz de la fe de Cristo.
2- Sindicalismo
Aunque hoy por su tren de vida y aspecto no lo parezca, suponemos que la simpatía por el sindicalismo sería influencia de su madre que era una ardiente sindicalista a día de hoy no olvidada en el sector sanitario de Asturias por sus controvertidas actuaciones…
No tenemos constancia que Letizia estuviese sindicada cuando trabajaba en RTVE, aunque podría haberse afiliado a la UGT en sus primeros tiempos. Hoy que sepamos no hay sindicatos de royals… pero se ha evidenciado la poca sintonía que hay entre ella y las casas reales europeas, -entre otras actuaciones su negativa a ser madrina de la hija de la princesa de Suecia-,
Su abandono de los actos públicos en fin de semana,- recordemos la espantá que dio este verano en Galicia relatado en nuestro artículo de MUNDIARIO ¿Decepcionaron los Reyes en su última visita a Galicia? … y sobre todo esa asombrosa declaración de «querer ser trabajadora sólo de Lunes a Viernes» es una reivindicación laboral en toda regla pero por cierto muy alejada de los deberes de una auténtica reina para la que no debe haber horario ni vacaciones cuando se la necesita.
3- Republicanismo
Que extrañamente el día de su Proclamación su traje luciera unas piedras con los colores de la bandera tricolor para algunos fue un guiño para iniciados, al menos no parece un hecho baladí, porque en principio la necedad o la casualidad no se contempla en un traje tan destacado.,
Recién proclamado Felipe VI , el periodista británico Andrew Morton sacó a la luz el libro ‘Ladies of Spain”, donde narra el republicanismo exacerbado de su familia con frases como “Su familia odiaba al rey”, “Cada Nochebuena la familia de Letizia veía el mensaje navideño del Rey entre abucheos”, La inoportuna declaración de Henar, su tía carnal, de su férrea convicción republicana coincidiendo con la proclamación de su marido, engrosa este apartado.
Según asegura su primo, David Rocasolano, en ‘Adiós Princesa’, tanto los Ortiz como los Rocasolano son familias de tradición republicana, si bien su republicanismo es “más posturero que combativo, más genético que ideológico”.
4-Izquierdista
La simpatía de Letizia a los líderes de la izquierda tampoco es casual.. Todos sus conocidos de antes de casarse reafirman el progresismo ideológico de Letizia, “mamado” en casa… En su estancia mexicana pudo mostrar sintonía con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional y por el Subcomandante Marcos, haciendo suyas suyas algunas de las reivindicaciones de los zapatistas.
Hace poco tiempo, Letizia coincidió con Madina…, y se deshizo en sonrisas y aspavientos empáticos, algo que nunca le ha pasado con líderes de la derecha, -aunque era algo al que el gran Borbón nos tenía muy acostumbrados…Recordemos sus coleguismos con González y su frialdad con Aznar..
Pero Letizia rizó el rizo, cuando se coló literalmente en una audiencia del líder socialista Pedro Sanchez con el inconsistente motivo de «querer saludar a su antiguo compañero».. algo que era completamente ridículo… ya que no fueron compañeros en absoluto… Es cierto que nacieron el mismo año y fueron al mismo instituto, el Ramiro de Maeztu, pero era un centro de más de mil alumnos en el que era imposible que coincidieran ya que Sánchez estaba matriculado en el turno normal y ella iba al nocturno, destinado entonces a facilitar la titulación a a aquellos alumnos que trabajaban, o a aquellos estudiantes con dificultades académicas o repetidores … En ninguno de los dos casos estaba ella… que se sepa, pero iba al nocturno… ¿?? ¿ Qué se le perdía en esa audiencia más que llamar la atención de los medios o del guaperas Sánchez?
Porque Pedro Sánchez es difícil que la hubiera conocido, aunque sí es posible que recordara, no a ella, sino su caso, ya que no era habitual que las alumnas menores mantuvieran relaciónes con sus profesores. y su caso fue sonado… ya que siendo menor tuvo relaciones con Alonso Guerrero, profesor del Centro y entonces pareja de la poetisa Ada Salas, algo que por cierto sus padres consistieron Habría que analizar en la ideología de Letizia la influencia del que fue su primer marido, Pygmalion y primer mentor, que se muestra sin complejos como un ciudadano de izquierdas. Como articulista político se muestra rabiosamente anticlerical y en su artículo, “El contrato social”, carga las tintas sin piedad contra el poder, los ricos y el capitalismo. Otro artículo dedicado a la victoria de Rajoy, “Madrid/Mordor”, relaciona la mayoría absoluta del PP con la bomba atómica y el ascenso de Hitler al poder. Vamos que muy centrado el hombre.
Se ha publicado que el ex marido de la reina Letizia, Alonso Guerrero, podría ser el candidato del Colectivo Podemos en Extremadura. Dicen que le han visto ya en varias asambleas defendiendo de forma didáctica los planteamientos rupturistas de la formación. Algunos se atreven a vaticinar que Guerrero, aún en la sombra, se está colocando estratégicamente para desempeñar un papel importante en el partido en Madrid,, e incluso se fantasea con que llegue a ser Ministro de Cultura con el morbo añadido de sus encuentros con la Reina.
La vinculación de la Reina a Podemos tampoco sorprende. Su tia Henar, declaró irrisoriamente que reconocía a Coleto como «El Nuevo Mesías»... pero lo más grave es que Pablo Iglesias, republicano ferviente y admirador del chavismo y leninismo- sistemas muy monárquicos por lo visto- declaró a Jordi Evole en prime time que «La princesa Letizia quiere conocerme»... Obviamente no haría una declaración así en un programa líder de audiencia si no tuviera constancia fidedigna de tal deseo…
Y es que ya hace tiempo que se comentó que Letizia era el valor más activo del republicanismo en España.. El sociólogo Javier Barraycoa (Barcelona, 1963) vaticina que Felipe VI presionado por el separatismo y la izquierda radical en auge, podría llegar a un pacto para aceptar el cargo de presidente vitalicio de la república «Doña Letizia sería una primera dama vitalicia a imagen de la de los Estados Unidos. No cabe duda de que eso le encaja más. Así́ podría reconciliar su vida: una republicana metida a reina, para convertirse, de nuevo, en una republicana con aires de reina. Su vida habría tenido sentido: republicanizar al último de los Borbones».
Así consagraría su sobrenombre: Letizia, la Reina Roja.