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Navantia sabrá antes de final de año si tiene la opción de aumentar su cartera de pedidos. Antes de enero se conocerá a qué astillero adjudica la Armada de Australia el contrato para la construcción de dos unidades AOR (Auxiliary Oiler). Se trata de buques similares al Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) Cantabria, construido íntegramente en la Bahía de Cádiz en el año 2007.
La Royal Australian Navy (RAN) decidirá en esas fechas a qué dique adjudica el contrato para dos de estas unidades. La propia Navantia confirmó que son finalistas junto con otro astillero, el coreano de Daewoo. Pese a que hay optimismo, en la empresa pública de construcción naval son conscientes de la dificultad de hacerse con este contrato. Esto es así porque fue el mismo astillero coreano, uno de los más grandes del mundo, el que arrebató a Navantia en el último momento un contrato similar para construir dos buques de estas características para Noruega aunque, al parecer, en este caso pesó en la decisión que la compañía española no acercó lo suficiente su presupuesto al precio presentado por Daewoo.
En este caso, los astilleros españoles partirían con algo más de ventaja por tres motivos: el primero, que los buques AOR son prácticamente idénticos al BAC que construyó para la Armada Española el dique de Puerto Real, en colaboración con el de San Fernando. En segundo lugar porque, durante un año, el Cantabria ha permanecido ‘al servicio’ de la Marina Australiana para su estudio, conocimiento y preparación para la tropa. Y, en tercer lugar, porque ya existe relación entre la compañía española y Australia, con las lanchas de desembarco que construye Navantia San Fernando. Esto hace que desde la compañía española se confíe en que los buenos resultados de esta experiencia pesen a la hora de adjudicarlo.
Desde el comité de empresa del astillero puertorrealeño, su presidente, Ramón Linares, insiste en la importancia de lograr este contrato que, de conocerse a final de año, no se firmaría hasta aproximadamente junio. Con esos plazos, a finales del año 2015 podrían comenzar a trabajar en estas unidades para Australia.
«Lo importante de lograr este contrato -explicó Linares- es que podría suponer dar continuidad al trabajo en los astilleros, uniendo de esta forma este encargo al del gasero que esperamos empezar a acometer a finales de este año». Las estimaciones del representante sindical pasan por que, de lograr el contrato con Australia, podría supone una mano de obra tanto directa como indirecta en el astillero puertorrealeño de aproximadamente unas 3.000 personas (tanto dentro del dique como en empresas auxiliares en el exterior).
Hay que recordar que el BAC supuso para Navantia-Puerto Real un total de 2,4 millones de horas de trabajo, y supuso la primera construcción de carácter militar en la historia reciente del dique puertorrealeño.
Ahora, ven con optimismo la posibilidad de que la RAN adjudique un contrato que supondría la construcción en España de las dos unidades AOR y Puerto Real «ya ha demostrado suficientemente sus capacidades, su calidad y su alta cualificación técnica para este tipo de trabajos de grandes construcciones», indicó Linares. Cada uno de estos buques podría suponer algo más de dos millones de horas de trabajo.
Con todos estos elementos, la buena relación actual entre Australia y España en materia comercial, y concretamente en construcción naval, se presentan como una tremenda oportunidad para el empleo en la Bahía.
Además, FABA-San Fernando participó activamente en el desarrollo de los sistemas de comunicación y electrónicos del BAC, con lo que sería otro elemento añadido para afianzar la elección de la Bahía para su construcción.
El Cantabria es el segundo barco mayor de la Armada Española después del Juan Carlos I, con 174 metros de eslora. Además, el BAC tiene características que lo hacen único: es militar, con misión de aprovisionar a buques de la Armada en zonas de conflicto, pero tiene funciones que bien podrían ser de un barco civil, desde labores humanitarias a logísticas. Es además el primer barco de la Armada certificado por una sociedad de clasificación, cumpliendo con todas las normativas medioambientales.
Con todo esto, a la plantilla de los astilleros gaditanos no se le escapa que los esfuerzos políticos realizados para lograr la construcción del BAM, del gasero y del proyecto de energía eólico marina, podrían quedar redondeados si esos mismos esfuerzos continúan para lograr el acuerdo con Australia.
