CC.OO. ha advertido este viernes, día 5, que el fin del veto a las actividades civiles el 1 de enero de 2015 «no despeja, ni mucho menos» las «incertidumbres» sobre el futuro de Navantia y ha exigido que «aclare urgentemente» qué es lo que tiene planificado para el astillero público.
En un comunicado, ha preguntado «qué diseño industrial y cuál sería la configuración de Navantia que el Gobierno pretende imponer para la empresa», y cómo afectará a los centros de trabajo, así como al empleo.
CC.OO. ha reivindicado que los trabajadores y sus representantes sindicales son «parte fundamental» en cualquier proceso de esta naturaleza. Por ello, el sindicato ha exigido participar en la negociación del proyecto empresarial que afecte a Navantia y ha anticipado que defenderá este derecho «con toda la firmeza necesaria».
Ha remarcado que la «apuesta» de CC.OO. pasa por una Navantia «industrialmente diversificada» en sus actividades, que contemple la construcción naval militar y la construcción naval de todo tipo de buques civiles; el mercado ‘off-shore’; las áreas de reparaciones y la actividad eólica, como pilares que, «como mínimo», deben sustentar cualquier proyecto de futuro para Navantia.
Por tanto, ha incidido en que rechazan «cualquier escenario que pase por el abandono de las actividades civiles».
MOVILIZACIONES Y NO AL PREACUERDO DEL CONVENIO
Paralelamente, CC.OO. ha avanzado que seguirá movilizándose en la «exigencia urgente de carga de trabajo» mediante la contratación de buques, militares y civiles, que respondan a las características y necesidades de los astilleros de Navantia.
La Federación de Industria del sindicato ha advertido, asimismo, que con las «incertidumbres y amenazas» actuales que «ni la empresa ni el gobierno quieren despejar, sólo queda una respuesta sindical coherente e imprescindible que dar: la no ratificación del preacuerdo del IV convenio colectivo en los términos actuales y la exigencia de respeto y aplicación de los derechos» de los trabajadores «abonando todo aquello que se adeuda a los trabajadores».
CC.OO. entiende que «cualquier decisión errónea» sobre el convenio puede marcar «de forma muy negativa» el futuro de Navantia. Así, ha hecho un llamamiento «a todos los afiliados y al conjunto de los trabajadores», a superar «las discrepancias, recuperar la unidad y la cohesión que nunca debió perderse, sobre la base del rechazo al preacuerdo de octubre de 2013.
Para ello, ha abogado por «pasar a la acción» con todos los mecanismos «de presión« y movilizaciones «que sean necesarias« para hacer frente «con la máxima contundencia al negro futuro» que otros están diseñando, con el objetivo «de obligar» al Gobierno del PP a modificar el rumbo de las medidas «que pretenden imponer a golpe de decreto».