(H.N.)-El nuevo « Ganzábal» volvió a sentirse de Segunda División B tras doce temporadas en Tercera. El coliseo azulgrana fue el escenario del estreno del Unión Popular de Langreo en la categoría de bronce del fútbol nacional en el presente curso. Un estreno por todo lo alto y que dejó un regusto positivo de los de José Antonio Redondo tras una irregular pretemporada. El cuadro azulgrana logró un meritorio empate sin goles ante un Racing de Ferrol que está llamado a luchar por las posiciones de privilegio.
El Langreo llegaba al estreno de categoría con más sombras que luces tras una pretemporada con sólo dos victorias en nueve partidos pero la competición trajo consigo la mejor versión de los azulgranas. Un equipo al que le costó adaptarse al ritmo de la categoría en una primera parte donde sufrieron el acoso ferrolano pero que en la segunda nivelaron el juego hasta hacerse acreedores de un merecido empate.
El Langreo aguantó en la primera parte las acometidas de un Racing que demostró que pese a la marcha del técnico del pasado curso, Aira, al Murcia, sigue por los mismos derroteros. Cabe recordar que el pasado año, pese a ser un recién ascendido, fue segundo. Y es que el Ferrol es un equipo que quiere el balón y que sabe cómo jugarlo a lo que esta temporada añade la capacidad de desborde en el ataque del veloz Dalmau y el goleador Joselu. Con todo, los de Redondo dieron el primer aviso en el minuto 3 cuando Calvillo envió un balón a la espalda de la zaga a Ortiz y el vallisoletano disparo flojo a las manos de Mackay.
Esta acción fue un espejismo hasta que Pablo Rey y Dani Rodríguez se hicieron con el balón. El Racing comenzó a generar juego y en el minuto trece Javi Díaz empezó a demostrar su seguridad. El meta mierense desvió a córner un disparo de Joselu tras una gran combinación con Vela y en el 37 el portero despejó con el pie un tiro desde dentro del área del medio Dani Rodríguez.
En la reanudación el encuentro cambió de escenario totalmente. El Langreo se quitó de encima la presión de verse en Segunda B. Esa presión que les maniató en el primer acto y que en el segundo desapareció. Los langreanos subieron el listón competitivo y llevaron el juego a la brega y a la disputa. Un estilo que en nada le gusta a un Racing que quería el balón en el piso y que cuando se dio cuenta ya no lo tenía, siendo dominados por los locales.
Nacho Calvillo dio un susto al meta Mackay en un lanzamiento de falta que salió ligeramente desviado en el minuto 52. Eran los mejores momentos del Langreo ante un Ferrol desconocido. Su técnico, Manolo García, cambió el dibujo dando entrada a Thiago por el delantero Dalmau. Pasó a Pablo Rey a la medular formando con Dani Rodríguez e Iván Forte. Todo para nivelar el juego por «dentro» ante el dominio en las disputas de los locales pero para nada fueron capaces de conseguirlo.
En el minuto 61 llegó una ocasión clara para los locales. El central Otero envió una diagonal de treinta metros sobre Robert quien cedió de cabeza a la llegada en segunda línea de Nacho Méndez pero el ovetense no llegó por poco cuando estaba solo ante el meta ferrolano.
Esta fue la última acción reseñable del encuentro. Los últimos compases del duelo fueron de continúos envíos en largo de los langreanos que eran repelidos por la zaga visitante. Los de Manolo García trataron de hacerse con el esférico pero nunca pudieron. El Langreo arrancó un punto ante uno de los «gallitos» de la categoría. El Racing comienza de manera tranquila para poder situarse en próximos encuentros entre los primeros puestos de la tabla de clasificación.