Lo hechos tuvieron lugar en la zona de O Baño, donde se produce almeja babosa y berberecho.
Alrededor de las once de la mañana dos furtivos entraron en la zona de marisqueo a los que se interpusieron las mariscadoras para indicarles que debían abandonar el lugar. Según la versión de las mariscadoras, uno de los furtivos lanzó piedras y marisco contra ellas, causando lesiones a una de las mariscadoras en el cuello y en un hombro.
Al parecer en encuentro con furtivos es algo habitual ya que por las noches llegan a estar hasta cien de ellos.
El vigilante de la cofradía llevó a la agredida al médico, hizo un parte de lesiones y después las mariscadoras denunciaron los hechos ante la Guardia Civil.
El juicio está previsto para el próximo martes.
LA FGAMT EXIGIRÁ MÁS VIGILANCIA
Ante hechos como este y el gran aumento de furtivismo en la zona, la Federación Galega de Alimentación Mar e Transporte (FGAMT) se dirigirá a la Consejería de Medio Rural y del Mar para que adopte las medidas de vigilancia de estas zonas de las que es responsable en último término, y que las adopte escuchando a los afectados y con celeridad que el asunto requiere.