Xulio Cribeiro ha recuperado la alcaldía de Moeche respaldado por los votos de los concejales del PP y los tres de su formación, Progresistas por Moeche (Propomo), según han confirmado fuentes municipales.
El PP renunció a presentar un candidato para ocupar la Alcaldía, mientras que el BNG presentó a Beatriz Bascoy (que obtuvo los tres votos de su propio grupo) y Propomo, a Cribeiro, quien ha resultado finalmente elegido y señaló en su discurso que los representantes de su formación pasarán ahora a integrarse en el PP.
El BNG de Moeche, que gobernaba en funciones desde la renuncia del alcalde del PP Julio López Romeo la pasada semana, había convocado para este jueves el pleno de elección de regidor.
La corporación municipal de Moeche está conformada por tres ediles de cada uno de los grupos representados, el BNG -que fue la lista más votada-, Propomo, el grupo independiente del exalcalde popular Julio Cribeiro, y el PP.
El enfrentamiento del regidor del PP con sus propios concejales le había dejado gobernando en la práctica en solitario por lo que, ante la ausencia de tenientes de alcalde, tras su dimisión, la secretaria municipal determinó que el cargo tenía que recaer en la edil de mayor antigüedad y edad de la corporación, la nacionalista Beatriz Bascoy.
La alcaldesa en funciones convocó el pleno este jueves a las 20,30 horas. Aunque una de las posibilidades era que resultase elegido el edil del PP Roberto Bouza, finalmente Cribeiro volverá a gobernr en Moeche.
Xulio López había sido elegido alcalde en 2011 con los votos a favor de Propomo, a pesar de que el BNG encabezaba la lista más votada. En 2008, Cribeiro había sufrido una moción de censura impulsada por sus propios compañeros del PP y había abandonado el cargo. Estuvo denunciado por supuestas irregularidades de las que después fue absuelto
La postura del Partido Popular
El Partido Popular de Moeche ha respaldado en el pleno celebrado en la noche de este jueves, día 27, al candidato de la formación independiente Progresistas por Moeche, Xulio Cribeiro, como nuevo alcalde de la localidad tras la dimisión del hasta ahora regidor, el popular Julio López.
Los populares consideran que Cribeiro es la “mejor opción” para “garantizar” la estabilidad en la gestión del Concello y aseguran que con esta decisión contribuyen a recuperar la “normalidad” de un gobierno local que, en su opinión, debe centrarse en resolver los problemas y las necesidades de los vecinos.
El acuerdo aprobado en el pleno incluye también que los concejales del Partido Popular, Roberto Bouza y Mariluz López, ocupen los puestos de primer y segundo teniente alcalde, respectivamente.
Por último, los populares se han mostrado “convencidos” de que el nuevo gobierno local cuenta con la “experiencia suficiente” para afrontar los retos que tiene por delante, toda vez que Xulio Cribeiro ya fue regidor de Moeche bajo las siglas populares.
Un jurado popular lo declaró inocente
Un jurado popular declaró, en marzo de 2013, “no culpable”, por unanimidad, al exalcalde de Moeche, Xulio Cribeiro, acusado de supuesta malversación pública por cargar, durante el periodo 2004-2008, el gasóleo de su coche a las cuentas del ayuntamiento, según han informado fuentes del caso.
Xulio Cribeiro fue alcalde de Moeche durante 12 años hasta 2008 con el PP, pero sus propios compañeros de partido le obligaron a renunciar al cargo por las deudas que tenía el Ayuntamiento, bajo amenaza de presentar una moción de censura apoyada por un edil del PSOE.
En la última sesión del juicio, la Fiscalía redujo a un año de prisión su petición de pena, mientras que la acusación particular, ejercida por el Ayuntamiento, mantuvo su solicitud de seis años de prisión.
Para Cribeiro, alcalde de Moeche durante 12 años, hasta 2008, la Fiscalía solicitó también la inhabilitación absoluta durante dos años y 900 euros de multa.
Sin embargo, rebajó la pena inicial de tres años de prisión al entender que solo se le podía imputar malversación de fondos públicos sobre menos de 4.000 euros de combustible para su coche particular, en lugar de los más de 12.000 euros que se le atribuían.
En cualquier caso, la Fiscalía mantuvo que el procedimiento de pasar las facturas al consistorio “no es reglamentario“, al mismo tiempo que el entonces regidor cobraba más de 5.000 euros de gastos de kilometraje. También consideró que parte del combustible respostado lo destinaba a uso personal.
“Práctica oculta”
Por su parte, la acusación particular, ejercida por el propio Ayuntamiento, mantuvo la pena de seis años de prisión y la inhabilitación absoluta por diez años tras sostener que, “a sabiendas de que no lo podía hacer“, el ex regidor realizaba “una práctica oculta” con cargo al Consistorio.
Mientras, la defensa argumentó la “buena actuación” del entonces alcalde, quien optó por esta modalidad y no otras, como el desplazamiento en taxi, para ahorrar, según su argumento, dinero al Ayuntamiento