Frikis progres para hacerse famosas

manuel molaresManuel Molares do Val-(molares@yahoo.es-cronicasbarbaras.es)

Una propagandista del terrorismo de 21 años, Alba González Camacho, autoproclamada Loba Roja, acaba de ser condenada a un año de prisión por pedirle reiteradamente desde Twitter a ETA y GRAPO que asesinaran a Rajoy, a todos los políticos y a los banqueros, entre otros ciudadanos.

Tiene cerca de 6.000 seguidores que la aplauden y que, ya condenada, la declaran mártir del sistema capitalista y la dictadura burguesa. Algunos escribirán de broma, pero siempre hay quien piensa igual, y que quizás actúe violentamente algún día.

Internet está plagada de gente como Alba, cuyo abogado logró evitarle la cárcel a cambio de no repetir sus llamamientos a la Yihad ultraizquierdista.

Dado que las redes sociales se prestan al exhibicionismo, no se sabe si lo que expresaba en sus tuits es lo que piensa o desea, o si lo que escribía eran provocaciones para lograr alguna reacción.

Alba González aparece en algunas fotografías mostrándose con sostén, bragas y una colcha de boationé de mercadillo: quizás lo que buscaba con sus textos e imágenes horteras era atraer el interés de Telecinco e Interviú.

El fenómeno de internet da libertad para que se expresen toda clase de frikis, término españolizado por la Academia cuya mejor acepción es la tercera: persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición.

Como es el caso de las chicas de Femen, que exhiben sus senos como supuesta reivindicación feminista.

Últimamente se ven muchas chicas Femen, de las que llama la atención una pasmosa uniformidad: la turgencia y perfección de sus mamas.

En ese cimbreante espectáculo de chicas espectaculares no aparecen nunca feministas feas o de pechos caídos, enormes o pequeñines. Más que acción ideológica parecen pedir, como la Loba Roja, apariciones en Telecinco e Interviú.

Otra intención quizás sea provocar la envidia de otras mujeres y lubricidad entre hombres heterosexuales y lesbianas.

 

 

Lea también

El Ateneo y el concello censuran

Enrique Barrera Beitia En lo que considero un peligroso precedente contra la libertad de expresión, …