Opinión tripartita: Mentalidad asalariada

manuel galdo-fotoTres generaciones, tres opiniones, tres planteamientos, no por distintos desacertados, plasmadas en otros tantos artículos escritos hace años que, salvo algunas citas puntuales, no dejan de estar de actualidad. Es por ello por lo que en la primera entrega, de la pasada semana, ofrecí los lectores el trabajo-opinión “del abuelo”, de mi padre Manuel Galdo Ares, artículo recuperado de la revista BAZAN de Agosto-Septiembre-Octubre de 1959.

Esta semana la dedico a un trabajo propio bajo el título de «Mentalidad asalariada».

Mentalidad asalariada

En 1865, Benito Vicetto Pérez, ferrolano, escribe en su “Historia de Galicia”: » — Un pueblo puramente de operarios como Ferrol, careciendo de construcciones navales se aniquila, porque no circulando el numerario que remunera el trabajo, una localidad de semejantes condiciones, carece de todo movimiento mercantil y por consiguiente de vida –«, decía esto en referencia a la crisis de la “construcción naval” y más concretamente a la que Ferrol padeció entre 1801 y 1824.

Para Benito Vicetto, “la carencia de construcción naval suponía la aniquilación del pueblo”. Para mi padre (q.e.p.d.), empleado de Bazán, “la continuidad laboral garantizaba un claro horizonte de trabajo como fuente próspera de un tranquilo desenvolvimiento”, así opinaba en el artículo precedente recuperado de la revista nº 12 de Bazán, publicado en Julio de 1959. ¿Alguien duda de lo acertado de sus pensamientos? ¿alguien se planteó la necesidad de buscar alternativas a la convivencia de los astilleros con otras empresas?

galdo-13-1Pues no, y seguimos en lo mismo.

Dictadura, transición, democracia, situaciones que por mi edad conozco personalmente y que suponen tiempo suficiente, 50 años cuando menos, para de habérnoslo propuesto ser un poco previsores evitando el cierre de decenas de empresas, y ser además ambiciosos creando otras nuevas capaces, de por sí, de mantener ”viva” la ciudad, procurando evitar la dependencia directa y exclusiva de la industria naval, – siempre la industria naval -, o lo que es lo mismo de ese monocultivo industrial que nos tiene ciegos y aprisionados.

Con una falta absoluta de visión de futuro, permitimos durante años el cierre indiscriminado de empresas boyantes, que no supieron, no quisieron o no pudieron hacer frente a la situación, dejándose llevar erróneamente por la solución que “a priori” podría parecer más fácil, el cierre, sin pensar en sus consecuencias. Y continuamos ahora en la misma trayectoria de apatía y conformidad asumiendo las disposiciones de quienes nos gobiernan, queramos o no siempre dependimos de ellos, y todavía continuamos, sin ser capaces de reaccionar, de una vez por todas, y consecuentes con la situación afrontarla buscando soluciones que necesariamente deberían pasar por nuestra “reconversión mental”. Pero. He aquí, que los ferrolanos, como el avestruz, “la cabeza bajo el ala”.

Ferrolanos, lo que se dice ferrolanos, quizá seamos unos pocos –o debiera decir sean– el resto es un mezcladillo de gentes venidas, desde siempre, de los más diversos lugares, desde cualquier parte del “Reino de Galicia”, desde el Estado entero, desde el extranjero, ingleses en su mayoría, que poblaron Ferrol en sus principios cuando apenas la villa contaba con trescientos habitantes y en pocos meses superaba los quince mil, con el único fin de conseguir el sustento. Así continuamos.

galdo-13-2Tenemos los ferrolanos una mentalidad asalariada, que lejos de favorecernos, nos perjudica, y que nos condiciona sobremanera, que no nos permite ver más allá del 28, 31, 10 ó, en fin, del día de cobro de “la quiniela” -forma coloquial con la que los “dentro” definían el cobro del salario semanal-. Y mientras esto no cambie y mutemos nuestro pensamiento con planteamientos más en consonancia con la situación de desamparo total de nuestras autoridades, entiendo, la situación no mejorará mucho, sino, por desgracia, todo lo contrario.

La situación hoy es muy complicada, la competencia es mucha, el trabajo poco, -a todas luces insuficiente para cubrir la demanda existente-, nuestro futuro laboral, en consecuencia, lejos de mejorar empeora día a día, mayor precariedad, eventualidad, movilidad forzosa, etc. Ser bueno no es suficiente, hay que ser el mejor. Pero aún así, a mayores no estaría de más “guardar algún triunfo” en la manga para conseguir empleo, porque si alguien te da un empujoncito…

galdo-13-3El mantenimiento de la industria naval, civil y militar en Ferrol, así como sus auxiliares, debe ser una de nuestra metas, pero no la única, la ampliación del tejido industrial debe ser prioritaria. Las asociaciones de empresarios, la Cámara de Comercio, las autoridades municipales, cada una en sus competencias, deben ser las principales impulsoras de ese revulsivo que será la “diversificación”, garantizando el futuro de nuestros hijos y haciendo lo que siempre debimos hacer y nunca hicimos, solucionar de una vez por todas ese problema de fondo que tenemos los ferrolanos, el que inquietaba a Vicetto, -la carencia- y el que tranquilizaba a mi progenitor, -la continuidad-, si, porque aunque parezca un contrasentido, la continuidad, que no dura eternamente, a fin de cuentas no era más que trabajo para “unos pocos, otros tantos días”.

Coincidiendo en el tiempo, cuando esto escribo, recuerdo que “Diario de Ferrol” publicó en primera plana una nota que aquí reproduzco por su relación directa con el tema, además de lo interesante y acertado de la misma. Que así sea.

 

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