El vigilante jurado que denunció a la parlamentaria gallega, la ferrolana Beatriz Sestayo por un presunto delito de intento de atropello con su coche ocurrido el pasado día 29 de octubre, continúa adelante con dicha denuncia y prueba de ello es que en la jornada de este miércoles día 18, ha prestado declaración en los juzgados de As Fontiñas en Santiago de Compostela.
El vigilante se reiteró en su denuncia ante el juez, Vázquez Taín, y los abogados de su defensa y del de Beatriz Sestayo.
El vigilante señaló que advirtió a la parlamentaria que no podía entrar con su coche en el parking del Parlamento porque ya tenía otro guardado en dicho lugar desde hacía varios meses.
El guarda tenía órdenes por escrito “de que los parlamentarios y funcionarios que trabajan en el Parlamento sólo pueden acceder con el vehículo que tengan autorizado y no podrán tener estacionado más de uno».
En la denuncia que formuló inicialmente en la comisaría de policía, se señala que la parlamentaria «dio pequeños acelerones» al vehículo y que el guarda se apartó porque temía por su «integridad física y se sintió intimidado y amenazado por la conducta de Beatriz Sestayo». También recoge la denuncia que el guardia jurado, señaló que la diputada alegó que había hablado con Presidencia y le había autorizado a entrar y que llegaba tarde a votar.
Ante las declaraciones del denunciante, es ahora el juez Vázquez Taín el que tiene que decidir si pide la declaración del policía autonómico que estaba en las inmediaciones cuando ocurrió el enfrentamiento e incluso pedir las cintas de grabación de las cámaras de seguridad que recogen el incidente.
Pero aun así, podría darse el caso de que Beatriz Sestayo decida declararse aforada por ser parlamentaria, por lo que todo el caso pasaría a depender del Tribunal Superior de Xusticia de Galicia.
Los “hechos”
La diputada denunciada por el guarda de seguridad del Parlamento de Galicia, la socialista Beatriz Sestayo, había sido avisada varias veces por los servicios de seguridad de que sacase un vehículo vinculado a ella que permanecía en el garaje del edificio del Pazo do Hórreo desde el mes de marzo.
Por su parte, en declaraciones a Europa Press, la parlamentaria ha alegado que no pudo retirarlo con anterioridad al estar averiado y que incluso «tramitó» con la Mesa, que pudiese entrar un operario de taller para sacar el coche que se había quedado sin batería, pero que se le «denegó» pese a que había sido aceptado en un primer momento.
Fuentes consultadas por Europa Press han confirmado que a la parlamentaria ferrolana. se le dijo que «no podía» mantener dos coches en el párking subterráneo del edificio que en otra época fue cuartel militar. Indicaron al respecto, que no atendió estos requerimientos y finalmente se le impidió el paso a un segundo coche el pasado 29 de octubre, coincidiendo con el primer día de sesión plenaria de esa semana.
A raíz de esa prohibición se produjo el incidente entre la diputada y un guarda de seguridad, que desembocó en una denuncia policial y en la que se recoge que el servicio de seguridad «tiene órdenes por escrito de que los parlamentarios y funcionarios que trabajan en el Parlamento, sólo pueden acceder con el vehículo que tengan autorizado y no podrán tener estacionado más de uno».
Finalmente, se explica que Sestayo dejó el vehículo a las puertas de la barrera y que unos 30 minutos después, se ocupó una persona de su grupo parlamentario de retirar el vehículo, de todo lo cual fue «testigo» un policía autonómico.
“Incredulidad e indignación”
La diputada socialista, ha manifestado que esta situación le parecía «surrealista» y ha explicado que el coche que era de su hija, se lo dejó con las luces encendidas y se quedó sin batería. Sin embargo ha dicho, no dejaron entrar a ese garaje (subterráneo) ni a un taller «ni a un amigo con unas pinzas», por lo que registró una queja ante la Presidencia. Con todo, según ha confirmado la parlamentaria, el vehículo ya no se encuentra en el aparcamiento del sótano.
Beatriz Sestayo, «horrorizada» por esta situación, ha negado que intentase arrollar al guarda de seguridad con su vehículo, y ha indicado que «nadie» del Parlamento se ha puesto en contacto con ella para explicarle la existencia de esta denuncia.
Además a través de un comunicado, la diputada socialista manifestó su «incredulidad e indignación» ante la «publicación y difusión» de una denuncia en la que «supuestamente» se le acusa de mantener un «comportamiento intimidatorio» con un guarda de seguridad.
«Quiero aclarar que a día de hoy ( 15 de noviembre) no tengo conocimiento de denuncia alguna, por lo que la única versión que conozco de los hechos es a través de lo publicado en los medios de comunicación, un relato que desmiento y que obviamente incurre en imprecisiones y falsedades que pueden ser consideradas de interés de parte, por lo que conocidos de primera mano, actuaré en derecho y en defensa de mi honor«, manifiesta la parlamentaria, licenciada en Derecho.
Por otro lado, agradeció las «numerosas muestras de afecto» que ha recibido desde la divulgación de la noticia» y especialmente, «las muestras de solidaridad por parte del personal del Parlamento» con el que dijo, «siempre» mantuvo «una magnífica relación».
Todos recibieron el aviso
Ya en el mes de julio, todos los trabajadores del Parlamento recibieron un aviso general de que únicamente se podía acudir a este recinto con un vehículo y que éste debía corresponderse con el coche que estaba en la base de datos.
Según las fuentes consultadas, y aunque Sestayo era la única que en los últimos tiempos permanecía con dos coches, antes era habitual que hubiese plazas ocupadas a mayores de las que deberían estarlo, con lo que los días de sesiones de relevancia eran escasos las plazas que quedaban libres, en especial las del aparcamiento exterior, en el que están autorizados los medios de comunicación acreditados.
Denuncia y grabaciones
El día en que ocurrieron los hechos, el guarda de seguridad empleado de la empresa Eulen, se lo comunicó a sus superiores del Parlamento que le dijeron que no podían poner ningún obstáculo a la presentación de la denuncia, según las fuentes consultadas. Con todo, el denunciante no declaró ante la comisaría hasta el 6 de noviembre, varios días después.
Según las fuentes consultadas por Europa Press de lo ocurrido el pasado 29 de octubre, existe la grabación de las cámaras de seguridad, la cual está «custodiada» por el Parlamento y será entregada, en su caso al juez si así lo requiere y la denuncia sigue adelante.
Por el momento, la Cámara gallega no ha recibido ningún requerimiento judicial ni oficio en que se certifique que la diputada tiene tal condición, un procedimiento habitual que realizan los jueces para inhibirse al tribunal superior que corresponda en el caso de que tengan que atender a un aforado.
Abuso de poder
La portavoz del PPdeG, Paula Prado, insistió en que si la diputada del PSdeG Beatriz Sestayo, intentó atropellar a un vigilante de seguridad en el acceso al aparcamiento de la sede legislativa sería un “abuso de poder” impropio.
En la Radio Galega, comentó que “es una lástima” que haya parlamentarios que creen que “la gente debe servirnos a nosotros” e indicó que prácticas como la mencionada “para nada son las que esperamos de los políticos”.
El guarda que denunció Sestayo por intento de atropello, alega que delató el incidente que ella niega porque temía por su integridad.