Un petardo lanzado desde la grada y que ha explotado en el túnel de vestuarios, ha provocado la suspensión del encuentro entre el Real Oviedo y el Racing de Ferrol.
La explosión ha coincidido con la entrada en el túnel del árbitro, Ander Zarrabeitia Arrieta acompañado por sus ayudantes. Parece ser que el petardo ha caído en las cercanías del colegiado y que puede tener algún pequeño problema en el oído.
El Real Oviedo que ya estaba avisado del cierre del Carlos Tartiére por la Federación Española de Fútbol, se expone además del consiguiente exilio para jugar sus partidos a una dura sanción económica.
El partido en sí es muy sencillo de resumir.
Comenzó mejor el Oviedo que tuvo sus oportunidades para adelantarse en el marcador. Cuando Cervero, en el minuto 15, adelantó a los azules todo parecía discurrir hacia una fácil victoria que se truncó con la expulsión muy rigurosa del propio Cervero un minuto después.
A partir de ese momento los de Granero se replegaron y dejaron el balón a los ferrolanos que nunca pudieron superar el sistema defensivo local.
La mala actuación del colegiado no puede ser en ningún caso, justificación para una agresión que puede derivar en graves consecuencias para el club.
Habrá que esperar la redacción del acta del árbitro y la resolución final de la Federación.
AMPLIACIÓN
Tras la rueda de prensa de los dos entrenadores y el Presidente del Real Oviedo, ambos equipos han declarado que eran partidarios de continuar con el encuentro.
La suspensión del encuentro ha sido por tanto, una decisión del árbitro que no parece tener ningún daño físico, pero que no se encontraba con el ánimo necesario para continuar con el partido, según ha declarado.
El Real Oviedo ha condenado el lanzamiento del petardo pero ha manifestado su disconformidad con la suspensión por considerarla desproporcionada.