Detenida la madre de la niña hallada muerta en Teo en la madrugada del domingo en una pista forestal, por incoherencia en sus declaraciones con incongruencias y ambigüedades. Rosario Porto ha sido trasladada al Cuartel de la Guardia Civil de A Coruña. Al parecer se le imputa delito de homicidio. La niña vivía con la madre ( los padres estaban separados).
Apareció en una pista en Cacheiras-Teo
Como se recordará una pareja que caminaba en la madrugada del domingo por una zona forestal próxima a Santiago de Compostela fue la que dio la voz de alarma. En una pista de la parroquia de Cacheiras, en un municipio del cinturón de la capital de Galicia llamado Teo, yacía el cadáver de una niña de doce años. Era la 1.39 horas cuando recibió el aviso la Guardia Civil y al lugar se trasladó el juez de guardia. El cuerpo presentaba signos de violencia y pertenecía a una pequeña con domicilio en Santiago cuya desaparición había sido denunciada por sus padres apenas tres horas antes.
La Guardia Civil investigaba las circunstancias de la muerte y las primeras pesquisas descartaban que la menor hubiera sido víctima de una agresión sexual. Según informaciones hechas públicas el domingo, los investigadores apuntaban a que la niña santiaguesa pudo morir por asfixia. El caso está bajo secreto de sumario y en manos del juez de guardia, José Antonio Vázquez Taín, el mismo instructor que investigó la desaparición del valioso Códice Calixtino de la Catedral de Santiago en julio de 2011.
Los investigadores sospechan que el punto donde se encontró el cadáver, la cuneta de una pista forestal ubicada en un lugar llamado Feros —perteneciente a un Ayuntamiento colindante con Santiago—, no fue el mismo en el que falleció la menor, a la que se le perdió el rastro el sábado por la tarde en la capital gallega donde residía y estudiaba, después de las siete de la tarde. Un vecino de Cacheiras que pasó por el lugar donde apareció el cuerpo aproximadamente una hora antes del hallazgo, pasada la medianoche del domingo, aseguró no haber visto nada extraño en el camino.
Sin embargo, sobre la 1.30 horas una pareja de jóvenes que se dirigía a una fiesta patronal en la parroquia de Oza ubicada a unos tres kilómetros, se topó en esa misma pista con el cuerpo de la niña, en un punto ubicado a menos de 200 metros de la carretera AC-841.
Los padres de la fallecida habían denunciado la desaparición de su hija a las 22.30 horas del sábado en la comisaría central de la capital de Galicia. La menor, de origen chino, había salido de la casa de uno de sus progenitores sin destino conocido alrededor de las siete de la tarde, pero ya no se volvió a saber nada sobre su paradero. Solo tres horas después de la denuncia familiar ante la policía, se produjo el hallazgo de su cadáver en el vial forestal de Teo, a unos siete kilómetros del centro de Santiago de Compostela.
Agentes de la Guardia Civil y del Laboratorio de Criminalística acordonaron la zona del municipio donde se encontró el cuerpo de la niña, un área muy próxima a una carretera general, y a lo largo de toda la jornada inspeccionaron el entorno en busca de pistas que puedieran llevar a esclarecer el suceso. El juez José Antonio Vázquez Taín ha decretado el secreto de sumario.
La noticia del hallazgo del cadáver de la menor en una de sus parroquias conmocionó a los vecinos de Teo, una localidad del cinturón compostelano con unos 18.000 habitantes. El alcalde, Martiño Noriega, se afanó en transmitir un mensaje de “tranquilidad” y “confianza en la investigación” con el fin de que no se extienda la alarma. Las investigaciones del homicidio están en manos de los agentes de la Guardia Civil de A Coruña.
El trágico suceso ocurrido en Santiago es la segunda muerte violenta pendiente de aclarar registrada en la provincia de A Coruña en los últimos 20 días. Una vecina de Cabanas, , fue hallada muerta el pasado 2 de septiembre en una zona boscosa a 400 metros de su domicilio. Elisa María Abruñedo, de 46 años, había salido a pasear sola por el entorno de su casa pero nunca volvió. Un amplio dispositivo de búsqueda rastreó el área durante horas cuando su familia denunció la desaparición. Su cuerpo presentaba señales de que había sido violada y apuñalada. La investigación sigue abierta sin que por el momento se hayan producido detenciones.