La Guardia Civil y miembros de la investigación están interrogando a vecinos y personas que pudiesen conocer a la mujer, Elisa María Abruñedo, de 46 años, que fue hallada muerta el lunes con signos de violencia y de una posible agresión sexual, después de que saliese a caminar cerca de su casa, en el municipio de Cabanas (A Coruña).
La investigación se orienta así hacia el entorno de la víctima y hacia un móvil sexual, si bien de momento se mantiene abierta, se barajan distintas hipótesis y no se ha producido ninguna detención. El cuerpo de Elisa Abruñedo presentaba lesiones de varias puñaladas y estaba semidesnudo. Según la primera conclusión del informe forense podría haber sufrido una agresión sexual.
La mujer había salido a pasear como hacía casi todos los días por los caminos de la zona. Su marido ya presentó denuncia el domingo de que la mujer no había regresado de pasear. Solía caminar unas dos horas todos los días, según han precisado algunos vecinos.
El cuerpo fue localizado por un vecino en la madrugada del lunes en una zona de bosque y zarzas, en la parroquia de Lavandeira, a unos 500 metros de la vivienda de la mujer y al lado de una estrecha carretera. Efectivos de la Guardia Civil, Protección Civil y numerosas personas del municipio y familiares habían realizado una intensa búsqueda durante todo el lunes.
El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, confirmó el miércoles que «todo indica que hubo una agresión sexual» aunque de momento las investigaciones continúan abiertas porque «no está totalmente confirmado este aspecto».
El Ayuntamiento de Cabanas cumple este jueves el segundo día de luto acordado en señal de duelo por el fallecimiento de Elisa María Abruñedo. Estaba casada y tenía dos hijos de 20 y 23 años de edad. Trabajaba en la residencia de ancianos Geriatros de Ferrol. Su entierro tuvo lugar en la tarde del miércoles en el cementerio de San Juan de Ouces en Bergondo, colindante con Sada, de donde era originaria la mujer.