Los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena en representación de la Casa Real, han sido recibidos con un aplauso a su llegada a la Plaza del Obradoiro para asistir en la Catedral compostelana, al funeral religioso que en la tarde de este lunes, día 29, se ofició en recuerdo de las 79 víctimas mortales registradas en el accidente ferroviario que tuvo lugar el pasado miércoles en Santiago de Compostela.
Las autoridades habían empezado a llegar a la Catedral compostelana poco antes. Así, al templo ya llegó, en torno a las 18.40 horas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien fue recibido por su homólogo en la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. También estaban en la Catedral los ministros de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón; la de Fomento, Ana Pastor; y el de Interior, Jorge Fernández Díaz, entre otros.
Al oficio religioso asistieron hasta 12 presidentes autonómicos y la vicepresidenta de la Generalitat de Cataluña, excusaron su ausencia el presidente de la Junta de Andalucía y la presidenta de Aragón, así como otras autoridades como el presidente del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, el fiscal general del Estado o la defensora del pueblo, entre otros. También acudió el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha empezado a oficiar la ceremonia religiosa en memoria de las víctimas del accidente ferroviario.
La ceremonia religiosa empezó a las 19.00 horas y previamente un sacerdote ha reconocido el «duro golpe» que supone el siniestro de Angrois, en el que «muchos» han «encontrado la muerte de modo inesperado y prematuro», mientras otros «han resultado heridos de diversa consideración». «Todos sufrimos», ha reconocido.
En el interior del templo se situaron en la nave central familiares de las víctimas del accidente y residentes de Angrois, punto donde ocurrió el siniestro y cuyos vecinos no dudaron en lanzarse a las vías del tren a asistir en los primeros momentos a los afectados. A la izquierda del altar se sentaron las autoridades y a la derecha, otros familiares y público en general.
No obstante, la Catedral compostelana se ha quedado pequeña para albergar a todos los que querían rendir homenaje a los fallecidos en la tragedia ferroviaria. Así, decenas de personas no han podido entrar en el templo y siguieron la eucaristía desde una pantalla que ha sido instalada en la Plaza de Quintana.
Homilía del arzobispo
El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, ha calificado como «signos de luz en el misterio de la muerte y el dolor» la ayuda aportada a los afectados por el accidente ferroviario por parte de vecinos de Angrois que «se desvivieron para atender a las víctimas» y «el esforzado trabajo de cuantos colaboraron para paliar el inmenso dolor».
En su homilía durante el funeral monseñor Julián Barrio ha admitido que «no es fácil comprender y aceptar» que hayan perdido la vida tantas personas, «cuando tantos proyectos y esperanzas llenaban su quehacer diario», pero ha apelado a «no malgastar el dolor».
«Todo tiene sentido en nuestras vidas. No somos un grito en el vacío. El sufrimiento y la muerte parece hacer estremecer nuestra fe, pero la fe nos dice que nuestro dolor, unido al de Cristo en la cruz, es portador de salvación», ha proclamado durante la ceremonia religiosa a la que asistieron familiares de las víctimas.
El arzobispo ha subrayado que el siniestro ferroviario provocó que se encogiesen «las almas» cuando se produjo «al atardecer de un día que se presentaba festivo», la víspera de la celebración de Santiago Apóstol. «Nuestra alma buscó en la oración el sosiego para encomendar al señor a los fallecidos, pedir la recuperación de los heridos, implorar el consuelo y la serenidad para las familias de las víctimas», ha dicho.
Monseñor Julián Barrio ha destacado que «sólo la esperanza» en Jesucristo «puede consolar la pérdida de seres queridos y dar sentido a las vidas». También ha tenido palabras de recuerdo para los 69 heridos que aún permanecen hospitalizados, a quienes ha deseado «una pronta recuperación». Además, ha hecho mención a las 39 víctimas del accidente de autobús registrado en la región italiana de Campania.
Los miembros de la Casa Real, los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena, se han acercado a dar uno por uno el pésame a los familiares de los fallecidos que han asistido a la eucaristía celebrada en la Catedral de Santiago, una vez finalizada la ceremonia religiosa..
Una vez concluido el funeral religioso, que se prolongó durante más de una hora, también se han acercado a dar el pésame a los familiares el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a su esposa, así como el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; la ministra de Fomento, Ana Pastor; el alcalde de Santiago, Ángel Currrás; y el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, entre otros.
Una vez que concluyó la eucaristía y fueron saliendo los asistentes, las personas que habían seguido el oficio religioso desde fuera, pudieron acceder a la comunión por las puertas de Azabacherías y Platerías.
Los Príncipes fueron nuevamente aplaudidos por el numerosos publico que se encontraba en la plaza del Obradoiro.