Tras atracar en la ciudad de Estambul al finalizar la tarde del 24 de Julio, el día brindó a la tripulación una gran oportunidad: poder realizar la primera visita a la ciudad iluminada por la noche, con un más que agradable paseo por el parque del Palacio de los antiguos Sultanes en Topkapi, o los alrededores de Aya Sofia o la Mezquita Azul, todo ello envuelto por los sonidos enigmáticos de la llamada a la oración que se escuchaban al mismo tiempo en toda la ciudad, coincidiendo la visita del «Blas de Lezo» con la fiesta musulmana del Ramadán.
Triste noticia
En el «Diario de abordo» se señala que «desgraciadamente, y cuando la dotación vuelve al barco por el regreso de francos establecido, nos encontramos con la triste noticia del accidente en Santiago del tren Talgo que unía Madrid y Ferrol. A partir de la media noche del día 25 permaneceremos con la bandera a media asta, en cumplimiento del luto oficial decretado por el gobierno en memoria de las víctimas.»
Visita del embajador en Turquía
El día 25 el buque se prepara desde muy temprano para recibir a bordo la visita del embajador de España en Turquía, rindiéndole honores con el preceptivo «Saludo a la Voz», donde la dotación formada en las diferentes cubiertas cubre los candeleros y pasamanos de la banda de atraque al muelle, y responde a los “Viva España” propios de estos honores.
Este mismo día, ya a última hora de la tarde, es el buque de la marina turca “Salihreis” perteneciente a la agrupación de la SNMG2, el que invita, junto a diversas autoridades militares y civiles, a una recepción a bordo con la imagen al fondo de su cubierta de vuelo de la ciudad con sus mezquitas y puentes iluminados al completo.
El día 26 es la Marina Turca la que, una vez más y como magnifica anfitriona, ofrece a los dos buques y a las autoridades militares y diplomáticas, una cena en el Club Naval de Estambul, a orillas del Bósforo, con comida propia del país para terminar con sus tradicionales dulces y delicias turcas.
Durante el resto del tiempo que se pasó en esta magnífica ciudad, la dotación pudo pasear por sus calles, conocer los grandes monumentos Patrimonio de la Humanidad de la zona europea, la antigua muralla bizantina, o recorrer la parte asiática, más actual y moderna aunque repleta igualmente de lugares históricos como el Palacio de Dolmabache; así como realizar compras en el enjambre de tiendas del Gran Bazar, perderse entre los puestos del antiguo Bazar de las Especias, o hacer una excursión por los canales del Bósforo.
Rumbo a Ferrol
A primera hora de la mañana del día 28, la tripulación se levantó dispuesta a comenzar la última singladura de esta etapa del despliegue: Estambul-Ferrol, dejando Asia a un lado, al otro Europa, y al frente el Mar de Mármara, dirigiendo la proa hacia el Estrecho de los Dardanelos ya de camino a casa.