Carlos Barcón, de la Unión de Periodistas.
Desde hace ya tiempo y el que se avecina, según muchos, estamos asistiendo a la bancarrota de algunas virtudes que a lo largo de mucho tiempo tambien han venido configurando un normal sistema de adhesiones sociales, que ahora mismo se está echando por la borda, diciendo adiós a esas ilusiones en las que descansaba la garantia de un individual y colectivo buen fin.
Me refiero a la tradicional creencia popular en torno a la virtud del ahorro, que ya en mis lejanos tiempos de juventud, se iniciaba con la hucha y la perra gorda, es decir, se empezaba con la tempranera vocacion de guardar la calderilla en calidad de ir ahorrando…en esa creencia popular en torno a la virtud del citado ahorro.
Pero está claro que no hay dicha que dure cien años, y ya desde hace tiempo estamos viendo como el ahorro ha entrado en barrena. Y como bien ha dicho,en su momento y tiempo, el popular Cantinflas, según me cuentan, «el ahorro es la base de la ruina» o de aquella otra definición del avaro, del ahorrador a ultranza, que dice que un hombre que por miedo a llegar a la pobreza, vive continuamente en la miseria….
Recordemos tambien al caricaturista gallego Castelao, que hizo un sarcasmo genial y doliente a cuenta de uno de estos ahorrradores. En un libro memorable donde está recogida una escalofriante simbología humana. Castelao presenta a un individuo habitado por la muerte, huesos y piel… y al pie del dibujo dice, en gallego,: «El hombre que fue a América a ganar para un entierro de segunda».
Ni tanto ni tampoco, pero ahí están algunas recientes declaraciones, como la del almirante del Rrsenal ferrolano, que pide a la Armada que ayude a superar la siniestra situacion… económica que venimos padeciendo, es decir, a la pérdida importante que en el aspecto economico, debido, según algunos y achacable a la crisis…. aunque hay quien nos da las claves de la deseada prosperidad, como es el caso de la popular política Esperanza Aguirre «… por eso, además de todas las medidas de política económica, monetaria, financiera o laboral que ahora toma el gobierno, los españoles, cada uno por nuestra propia cuenta, tenemos que recuperar esa conciencia de que nuestro propio progreso y el progreso del conjunto de la Nación dependen, de manera sustancial de nuestro esfuerzo y de nuestro trabajo».
Sí, tiene toda la razón y es la clave y la «esperanza» posiblemente de esa mejoría, pero… ¿ donde encuentran trabajo nuestros jóvenes de hoy? , teniendo en cuenta que lo que ahora mismo priva es el antiahorro y la compraventa a plazos…de manera que la juventud está llamada a vivir al día,– incluso a cuenta muchas veces de la madurez. de esos que antes podían ahorrar un ochavo–
Pero no cabe desesperarse. Aún queda gente magnífica que espera su oportunidad. Quien más quien menos ya conoce las no muy lejanas épocas de pan, cebolla y cigarrillos comunes de hebra… y resiste, pues no le queda otro remedio.