Antonio Miguel Carmona-(director de diario progresista)
Tras la publicación de los mensajes telefónicos entre Mariano Rajoy y el tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, el Presidente del Gobierno no puede estar ni un minuto más encabezando el Gobierno de España.
El peor escenario para los conservadores, para el Gobierno de la Nación y, por ello, para nuestro país, se ha producido con la misma contundencia que la de los propios hechos publicados por el diario El Mundo.
Rajoy tiene que dimitir porque ocultó la financiación ilegal de su partido, disimulando la contabilidad B, sin escrúpulo o preocupación alguna, sin disimulo, ni remordimiento, con conocimiento y connivencia.
El Presidente del Gobierno de España tiene que dimitir porque las conversaciones escritas entre él y Luis Bárcenas muestran que también instó a disimular el hecho de que los dirigentes del Partido Popular cobraran sobresueldos, en muchos casos incumpliendo la ley de Incompatibilidades y, en otros, burlando a la Agencia Tributaria.
Mariano Rajoy tiene que dimitir porque mantuvo la protección y el apoyo a un personaje aún sabiendo -dado que ya se había publicado-, que mantenía cuentas en Suiza, que se había acogido a regularización fiscal y que, por lo tanto, había evadido impuestos o, dicho de otra manera, era un delincuente confeso.
El jefe del ejecutivo de nuestro país tiene que dejar el cargo porque ha mentido a todos los españoles, negando lo que decía Luis Bárcenas, ocultando, disimulando, escondiendo, tapando, camuflando, silenciando y negando los hechos.
El personaje que encabeza el poder ejecutivo de nuestro país tiene que dimitir porque, no sólo protegió a un chorizo, sino que además le mantuvo un despacho en Génova y un salario «diferido», muestra de apoyo ahora conocida negro sobre blanco.
Da igual que el motivo de Bárcenas sea el abandono de su partido o que la guinda fuera la declaración del locuaz y metepatas de Alfonso Alonso llamando delincuente al gerente de su propio partido.
Lo que no nos debe dar igual es que el país quede a la deriva con un presidente en forma de pato cojo en La Moncloa, sin escrúpulos morales y ante una organización claramente plagada de negligentes éticos.
Mariano Rajoy tiene que dimitir porque nuestro país, en sus peores momentos de su historia contemporánea, necesita un nuevo presidente que ponga rumbo a nuestros objetivos como nación, dignifique la política y merezca la confianza de todos los españoles.
Yo no puedo estar más en desacuerdo con este artículo. Este señor se debe de creer juez o algo. Afirma tajantemente que no puede durar ni un minuto más porque ocultó la financiación ilegal. ¿Eso está demostrado? ¿O ya lo sabe él?
Es que hasta ahora las únicas pruebas que tiene Bárcenas para intentar salvarse él e inculpar a los demás, son unos papeles escritos por él mismo. ¡Muy conveniente! Pero a pesar de lo endeble de las pruebas, hay un procedimiento y hay un juez que tiene que decidir. Y la verdad, el que tiene el dinero en Suiza es Bárcenas, no los demás.
Y ya no es que este señor haga un juicio paralelo sin ver las pruebas, es que además dice cosas que no son. Una cosa es una regularización fiscal y otra muy diferente la amnistía fiscal. A la primera se puede acoger cualquier contribuyente que haya declarado mal (supone pagar lo que no pagó en su día con los recargos correspondientes). Y a la segunda quedó constancia que no le permitieron acogerse.
Para criticar tanto a Bárcenas, le dan bastante credibilidad.