Santiago Bolíbar Piñeiro: «Los valores de la Armada constituyen un activo que ayudará a la recuperación de nuestra nación»

(A.D)

El máximo responsable de la Fuerza Naval española afirma que ésta es «equilibrada, moderna y flexible». De su operatividad, destaca que la Flota ha impuesto medidas «de reducción y control del gasto» para «mantener las capacidades exigidas en el período asignado» y resalta, dentro de las mismas, los despliegues en colaboración con otras marinas. De esto y de mucho más hablamos con el almirante de la Flota (ALFLOT), D. Santiago Bolíbar Piñeiro, en el año en que hemos dicho adiós al portaaviones ‘Príncipe de Asturias’ y el LHD ‘Juan Carlos I’ ha pasado a ser el buque insignia de la Armada.

En el documento «Líneas Generales de la Armada 2012», que contiene los objetivos del cuerpo para los próximos años, el AJEMA indicaba que la preparación de la Flota es el «fin último» para «garantizar la soberanía e independencia de España y contribuir militarmente a su seguridad y defensa». ¿Qué líneas está llevando a cabo la Flota para lograr esta perfecta preparación?

La responsabilidad última de la Seguridad y Defensa de España, que recae en el Gobierno de la Nación, se constituye tanto lejos como cerca de nuestras fronteras. Esto requiere adaptabilidad y flexibilidad por nuestra parte con el fin de garantizar el correcto alistamiento de la Flota para que la Armada pueda cumplir las misiones que se le asignen.

La Armada hace siempre hincapié en la importancia de sus valores. ¿Hasta qué punto éstos influyen en el comportamiento y la preparación de los hombres y mujeres que forman parte de la Fuerza Naval?

La Armada es heredera de una gran tradición y valores que se han ido consolidando a lo largo de su historia. Los miembros de la Armada son personas de elevada moral, con una formación sólida y una preparación adquirida tras su paso por las diferentes escuelas de la Armada y afianzada más tarde sirviendo en las unidades. Los valores y principios que conforman la Armada nos ayudan a conseguir los objetivos de España como nación. El honor, el valor, la disciplina, la lealtad y el rigor de los hombres y mujeres que forman la Armada son fiel reflejo de los valores de la sociedad de la que se nutre y constituyen un activo que ayudará a la recuperación de nuestra nación. Valores que hacen que, en la Armada, no haya discriminación por razón de origen, sexo o credo y que cada uno pueda llegar a ser lo que su mérito y capacidad le permitan.

¿Cómo está afectando la crisis económica y el recorte presupuestario a la Flota?

La Armada lucha para mantener sus medios de la mejor forma posible, y hacerlo necesita un importante esfuerzo industrial y económico. Cuando la situación financiera es difícil nos toca apretarnos el cinturón a todos. Eso nos obliga a priorizar y posponer inversiones que, aun considerándolas necesarias, no son tan urgentes y no se acometen por falta de recursos económicos. Sin embargo, y a pesar de la situación económica que nos ha obligado a un reajuste presupuestario y a aplicar políticas de reducción y de control del gasto, las unidades de la Flota mantienen las capacidades militares necesarias para el cumplimiento de las misiones que se le asignan no sólo en escenarios internacionales sino también aquéllas que la Armada tiene asignadas en tiempo de paz. Mi labor como Almirante de la Flota es asegurarme de que así sea. No obstante, sería ingenuo pensar que dichas capacidades se pueden mantener en el tiempo si no van de la mano de la correspondiente inversión económica.

Dentro del proceso de transformación de las Fuerzas Armadas españolas, ¿están sufriendo cambios los órganos que componen la Flota?

De forma permanente, pero muy especialmente en los últimos 20 años, la Armada se ha visto inmersa en una profunda reorganización dado que tiene la necesidad de enfrentarse a nuevos retos, producto de una España que ha experimentado una notable transformación. Para conseguir este objetivo, se ha tenido que prescindir de los esquemas tradicionales y decantarse por otros más ágiles que permitan, además, adaptarse y responder ante una realidad que cambia a gran velocidad.
Sin embargo, y si bien es verdad que las Fuerzas Armadas están en constante evolución, fruto de esta realidad cambiante, la Flota, lejos de sufrir cambios, está consolidando la última reforma de la estructura orgánica llevada a cabo.

Tras la baja del portaaviones ‘Príncipe de Asturias’, ¿cómo asume el LHD ‘Juan Carlos I’ la función de ser el buque insignia de la Armada española?

Si bien la difícil situación económica por la que atravesamos nos ha obligado a prescindir del portaaviones `Príncipe de Asturias´, el LHD `Juan Carlos I´ es una plataforma multifunción que proporciona a la Armada la capacidad de proyección aeronaval que necesita en estos momentos.

La capacidad operativa de la Flota y, por tanto, la proyección de la Fuerza Naval, ¿cómo se encuentra en estos momentos y cuál será su futuro?

La Armada ha conseguido crear y mantener una Flota equilibrada, moderna y flexible, capaz de llevar a cabo todo el espectro de misiones previsibles, tanto en escenarios nacionales como multinacionales. Sin embargo, esto requiere un empleo costoso de recursos materiales. Con el fin de mantener las capacidades exigidas durante el período asignado, en un escenario como el actual, sacudido por los recortes de unos presupuestos ya de por sí mermados, nos hemos visto obligados a imponer medidas, tal y como mencioné antes, de reducción y control del gasto, que ha supuesto priorizar en el sostenimiento de las unidades, optimizar las oportunidades de adiestramiento de las dotaciones, mejorar la eficiencia y estudiar la posibilidad de efectuar despliegues en colaboración con otras marinas.

¿Cómo se está desarrollando el despliegue del BAC ‘Cantabria’ en Australia? ¿Contemplan actualmente el despliegue de buques en colaboración con otras marinas?

El despliegue del BAC `Cantabria´ se está desarrollando según lo previsto, su integración con la Marina australiana permite al buque mayores oportunidades de adiestramiento, lejos del escenario económico actual.
Los despliegues en colaboración con otras marinas suponen, en el contexto económico actual, una muy buena oportunidad de adiestramiento de las unidades de la Flota y una posibilidad que no debemos desechar.

En la actualidad, El BAM ‘Rayo’ y la fragata ‘Numancia’. Además, fuerzas de Infantería de Marina están desplegadas en el Líbano y Afganistán. ¿Cómo valora la intervención en misiones en el exterior de la Armada española?

Como almirante de la Flota, conocedor del nivel de alistamiento de las unidades de la Armada que están en misiones internacionales, puedo decirle que los hombres y mujeres desplegados están realizando un gran esfuerzo, tanto para preparar a las Fuerzas Afganas y Libanesas a garantizar la estabilidad de sus países, como en aguas del Índico donde, tras más de tres años actuando, se ha conseguido disminuir el nivel de actividad de la piratería, apoyar el programa de alimentos para Somalia, defender los intereses de España en la zona y contribuir con ello a la seguridad internacional.

¿Qué significa, tanto para su carrera como a nivel personal, asumir la responsabilidad que conlleva ser almirante de la Flota?

Ilusión y responsabilidad.
Me gustaría resaltar, cosa que ya conocen, que la Flota trabajará siempre con ilusión y esfuerzo en la mejor preparación posible de la Fuerza de la Armada.

 

 

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