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La presidenta viajó con su avión privado hasta Marruecos allí cogió un vuelo comercial para poder estar presente en el vaticano sin sorpresas.
El acoso de los fondos de inversión que demandan el embargo de los bienes del Estado argentino hasta que el país salde sus deudas, impagos desde el 2001, forzó un cambio de ruta para prevenir posibles contratiempos.
El Papa Francisco había pedido a sus paisanos que se ahorraran el billete para viajar a Roma y donaran ese dinero para los necesitados. Algunos argentinos, como el ex-presidente Adolfo Rodríguez Saá, tomaron buena nota y desistieron de su idea original de acudir a la entronización del Pontífice. Otros se embarcaron rumbo al vaticano en un avión privado, pero el vuelo no fue directo.
El acoso de los fondos de inversión que demandan el embargo de los bienes del Estado argentino hasta que el país salde sus deudas, impagos desde el 2001, forzó un cambio de ruta para prevenir posibles contratiempos. ABC apunta que por ello, el avión oficial aterrizó en Marruecos y la comitiva, con Cristina Fernández de Kirchner a la cabeza, se subió a un vuelo comercial para poder estar presente, sin sorpresas, en el Vaticano.
La misión de caza y captura de los bonistas sobre los bienes argentinos también forzó al país a trasladar cuentas corrientes que tiene en el extranjero a plazas seguras. En este escenario, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no quiso correr ningún riesgo y optó por dejar el Tango 01 en Marruecos, como publicó Clarín, donde tendría garantizada inmunidad por la monarquía alauí.
