(JMV-AD)-Navantia, la primera constructora naval española, ha sufrido un revés con el fallecimiento de Hugo Chávez, ya que estaba pendiente de su firma para la fabricación de un nuevo patrullero. Ahora, deberá esperar al nuevo presidente, tras unas nuevas elecciones, que deberán convocarse en 30 días, y confiar en que confirme la decisión de Chávez respecto al buque, así como mantener la apuesta de Venezuela por Navantia para renovar el resto de su flota.
Una incógnita por cuanto Chávez manifestó en 2012 que su país deseaba continuar trabajando con los astilleros españoles, país con el que tenía «buenas relaciones políticas».
Actualmente, Venezuela está interesada en la adquisición de otros buques, como el Avante 1400, u oceanográficos similares a los BAM fabricados para la Armada española. Además, Navantia también podría hacerse con el contrato para el mantenimiento e inspección de su flota naval. Como se recordará, Navantia ha fabricado para la Armada Bolivariana cuatro patrulleros oceánicos y cuatro de vigilancia del litoral, lo que ha supuesto unos ingresos en los astilleros españoles de casi 1.200 millones de euro.
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