Antonio Miguel Carmona-(director diario progresista)
La patria es la tierra de mis padres. Patria es el lugar donde habitan mis compañeros, mis semejantes, mis amigos y mis familiares, aquellos por los que sufro de cerca mientras no dejo de sufrir por los de lejos.
Ser patriota no es confesarse todos los días, ni jurar la bandera tres veces o aplaudir hasta reventar en los desfiles. Ser patriota es defender a los trabajadores de un país que agoniza.
La patria forma parte del enredo de sentimientos que nos hace levantarnos para luchar por una nación tan confusa que se discute a sí misma y que, en forma de voladura, hace patrias de cada una de sus partes.
Ser patriota es perseguir la corrupción hasta la extenuación, en defensa de las instituciones y éstas en defensa de los más débiles. Ser patriota es evitar que los intereses corporativos, corazón del capitalismo internacional, abandonen en la miseria a los trabajadores de Roca o de Iberia.
La mejor declaración de patriotismo es la declaración de la renta. La persecución implacable de aquellos que defraudan y la inexcusable obligación de cerrar todas las puertas a los que evaden un capital que es de todos.
Ser patriota es saber que las prioridades de la gente son la prosperidad y el empleo, antes que decisiones inopinadas sobre excéntricos derechos a decidir y silencios culpables sobre la falta de transparencia.
Los conservadores, a los que se les llena la boca de España, descubren tras las banderas y los escudos, los desfiles y los himnos, una excusa para la explotación o la mejor base para defender los privilegios.
El uso propagandístico del término “patria” por parte de algunos expulsó a buena parte de la izquierda del sueño de una vida en común sobre un territorio definido. Una parte le robó la bandera y la nación a la otra, y ésta, estúpidamente, quiso recuperar los signos tan lentamente como para quedarse en el limbo.
No volverán a hablarnos de patria quienes, como el yerno del rey, tienen cuentas en Suiza, el presidente de la patronal hasta el 2010 está en la cárcel, su segundo pagaba presuntamente en dinero opaco, hay ochenta y ocho mil millones de euros de ricos residentes en España con cuentas en paraísos fiscales o dirigentes del principal partido que sustenta al gobierno cobraban en dinero negro.
Porque ser patriota es estar con la gente, ser la gente, ocuparse de lo que nos preocupa en este país con tantos idiotas como esperanzas, con tantos conservadores como densa es nuestra historia, sean ustedes parte de los vencedores o lo sean de los vencidos