El Príncipe de Asturias despidió el miércoles en Rota al «Príncipe de Asturias» con orgullo,emoción,tristeza y satisfacción

Una despedida con todos los honores. Don Felipe de Borbón presidió la mañana del miércoles en la Base Naval de Rota la ceremonia oficial de despedida del portaaviones ‘Príncipe de Asturias’. El barco abandonó las instalaciones con destino al Arsenal de Ferrol, donde continuará su proceso de desarme. La Armada anunció el pasado 22 de noviembre la decisión firme de dar de baja de la Flota española al portaaviones tras 25 años de servicio. El barco, por tanto, permanecerá amarrado durante los próximos meses en uno de los muelles del astillero ferrolano de Navantia, que se utiliza de forma conjunta con la Armada. Tiene prevista su llegada a Ferrol sobre las diez y cuarto de la mañana y su atraque en los muelles de la base naval de A Graña a las 11 horas.

El Príncipe Felipe estuvo acompañado en Rota por el titular del Ministerio de Defensa, Pedro Morenés, el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada y otras autoridades militares. El acto se celebró  a bordo del portaaviones y en él el Príncipe en sus palabras de despedida recordó que este portaviones, que se despide tras 25 años de servicio, es «un hito fundamental en la historia moderna de la Armada Española» y que además también «puso de largo» la construcción naval militar española. Señaló que lo despèdía con «orgullo, emoción, tristeza y satisfacción».
Acompañado del ministro de Defensa, Pedro Morenés, Don Felipe compartió con la tripulación de la nave sus sentimientos en esta despedida y recordó «con inmenso cariño» sus estancias en él.

A su llegada, después de ser recibido por las autoridades, S.A.R. Don Felipe de Borbón asistió a una conferencia sobre la historia del portaaviones.

Desde el Puente de Mando, el Príncipe de Asturias presenció una demostración aeronaval, en la que cuatro aviones ‘Harrier AV8’ pertenecientes a la 9ª Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves de la Armada realizaron una pasada sobre el buque, finalizando con la toma y despegue en cubierta.

La parada naval finalizó con un desfile aéreo compuesto de tres helicópteros ‘AB 212’ de la 3ª Escuadrilla, tres helicópteros ‘Seaking SH3D’ de la 5ª Escuadrilla, tres helicópteros ‘HUGES 500’ de la 3ª escuadrilla y tres aviones ‘Harrier’.

Una vez finalizada la demostración aeronaval, Don Felipe cerró con su firma el Libro de Honor del buque.

Su Alteza Real desembarcó pilotando un helicóptero SH-60 de la 10ª Escuadrilla de Aeronaves, en la que sería la última operación de vuelo del portaaviones.

 Igualmente, cuatro barcos de guerra , tres fragatas y el «Juan Carlos I»escoltaron al ‘Príncipe de Asturias’ hasta que abandonó las aguas de la Bahía de Cádiz, unas veinte millas mar adentro. La dotación que se asignó para este último viaje la componen 220 personas.

Cabe recordar que el proceso de desarme del portaaviones estaba previsto  en dos fases. La primera etapa concluirá, precisamente ahora en la Base Naval de Rota.

La segunda fase de la desactivación comenzará en breve en Ferrol y se prolongará hasta finales de junio.

La Armada ha dado por finalizada la vida útil de este barco por varios motivos y ahora lo que busca es sacar un rédito económico con su retirada. La reciente entrada en la Flota española del nuevo portaaviones (LHD) ‘Juan Carlos I’ ha dejado obsoleto al ‘Príncipe de Asturias’, cuyo mantenimiento supone un gasto de 30 millones de euros al año.

El ‘Juan Carlos I’ resulta más versátil al contar con capacidades anfibias. No hay que olvidar que Defensa incluyó al ‘Príncipe de Asturias’ y a varias fragatas en su plan de renovación de la Flota 2008-2012, pero la crisis dio al traste con este ambicioso proyecto. La modernización del ‘Príncipe de Asturias’ suponía un desembolso de 100 millones de euros.

Durante los últimos dos meses, el portaaviones se ha sometido en la Base Naval de Rota a su primera fase de desarme, es decir, la Armada ha retirado aquellos elementos de combate y de logística que son todavía útiles para otras unidades de la Flota.

Este proceso seguirá ahora en el astillero de Navantia en Ferrol, donde la Armada comparte con la empresa pública algunos muelles. En estos momentos hay ‘overbooking’ en el Arsenal de Ferrol. Está previsto que el barco cause baja de la nómina naval de la Armada a finales de junio. A partir de ese momento se abre otro tiempo para buscar destino al casco del portaaviones. Se barajan varias alternativas, según establece el protocolo. Así, la estructura se puede destinar a objetivo de tiro, también a museo naval o, incluso, a la venta como material de segunda mano. Tampoco se descarta su desguace, sin embargo, esta opción se antoja ahora más complicada debido a los recortes presupuestarios del Ministerio de Defensa. El desguace conlleva la convocatoria de un concurso público y su adjudicación. Defensa tendría que pagar esta actuación al adjudicatario y encontrar comprador para vender las piezas para la chatarra.