(ID)– Representantes de Armadas de todo el mundo se han dado cita en Madrid para intercambiar impresiones sobre sus capacidades y sus necesidades, marcadas por una situación de crisis global y un escenario cambiante.
Organizadas por Defence IQ los días 30 y 31 de enero, las jornadas “Surface Warships” han reunido en la capital española a miembros de Armadas de primeras potencias -como Estados Unidos o Alemania- y marinos procedentes de países emergentes -como Brasil o Turquía- con un triple objetivo: explorar los nuevos requerimientos de programas globales de buques de superficie, examinar la necesidad de embarcaciones multi-porpósito y discutir sobre los avances en tecnología.
En la apertura de las jornadas, el almirante retirado José Manuel Sanjurjo, director adjunto de Relaciones Institucionales de Navantia –una de las empresas patrocinadoras–, ha señalado que el mundo está cambiando muy rápido, y con él, el escenario internacional de Seguridad y Defensa, lo que obliga, tanto a las Armadas como a la industria, a estar en permanente desarrollo y buscar nuevas soluciones para atender a nuevas necesidades.
En este marco, el vicealmirante José Antonio Ruesta, jefe de la División de Planes de la Armada española, ha expuesto la visión de la institución sobre la flota del futuro, que deberá tener una mayor flexibilidad para cubrir un rango más amplio de misiones y tendrá que ser eficaz y sostenible en términos tanto económicos como tecnológicos.
Los buques –ha añadido Ruesta– deberán ser más versátiles, con el fin de adaptarse a un escenario cambiante e impredecible y a unos requerimientos nuevos por parte del cliente. En este sentido, el almirante ha incidido en la importancia de impulsar la I+D y proteger la industria de Defensa nacional. “Debemos impulsar nuestra base industrial y tecnológica para poder competir en el mercado internacional”, ha agregado.
Las fragatas F-110, un ejemplo de versatilidad
Un ejemplo de buque versátil serían, precisamente, las futuras fragatas de la clase F-110, de cuya necesidad e idoneidad para la Armada ha hablado el capitán de fragata Gonzalo Sanz.
Sanz ha apuntado que la Armada, en estrecha colaboración con Navantia, ha definido el concepto y los requerimientos de estas futuras fragatas, que ocuparían el espacio entre los Buques de Acción Marítima y las F-100. Es decir, tendrían como misiones principales la escolta y la seguridad marítima en escenarios de intensidad media, y estarían más cerca de los BAM en eficiencia y versatilidad y más próximas a las F-100 en capacidades C4I.
El vicepresidente de Ingeniería de Navantia, Ángel Recamán, también ha destacado la excelente colaboración existente entre la Armada y la compañía, que ha permitido diseñar y desarrollar diferentes buques y sistemas perfectamente adaptados a los requerimientos de la Defensa española y que han podido exportarse a otras Armadas del mundo.
Recamán ha indicado que la estrategia de Navantia para los próximos años está basada en cuatro pilares: la internacionalización, la diversificación, la reorganización –tanto interna como externa- y la inversión en I+D+i.
En el ámbito de la internacionalización, el directivo ha destacado las operaciones en Australia, Noruega y Venezuela, y ha mencionado las oportunidades abiertas en Turquía, Brasil y Oriente Medio.