Sobre las cuatro de la tarde del pasado miércoles se recibió en el servicio de los bomberos municipales de Ferrol una llamada indicando que había un incendio en un edificio de la calle Nueva de Caranza.
Inmediatamente se trasladaron al lugar del posible siniestro dos vehículos motobombas con sus correspondientes equipos y comprobaron que en el número 106, en el primero izquierdo, había un conato de incendio en la cocina. El propietario de la vivienda se había quedado dormido mientras dejó en una olla la comida al fuego.
Mucho humo y solamente un gran susto del vecino.
Los bomberos tuvieron poco trabajo y es de destacar la fuerte movilizacion en la zona ya que la policía municipal desvió el tráfico y entre el vecindario se produjo la «alarma de rigor».