Durante las jornadas finales de año unos y unas, otros y otras se desean “paz, amor, trabajo” mil y un deseos que todos quisiéramos que fuesen una auténtica realidad.
Felices fiestas navideñas, unas jornadas de recuerdo del Nacimiento del Niño, unos días de tranquilidad y de asueto. Pero.. ¿para todos?.
Sin demagogias. ¿Tendrán felices fiestas esos seis millones de parados? ¿Podrán disfrutar de paz los próximos desahuciados? ¿Podrán manteniendo “amor” los afectados por las preferentes? y así…. Muchos y muchas pasarán unos días que quizás desearían borrar del calendario.
¡Felices fiestas!, le dice la persona tal a la cual, mientras que por lo bajines le está deseando que no le salgan bien las cosas.
¡Felices fiestas! Le repite el trepador a la persona que lucha a diario, con esfuerzo.
¡Felices fiestas! …mientras algún que otro está dando una puñalada.
Y es que en este país de la envidia, del infundio, de calumnias, del quítate tú que me pongo yo, etc. etc., la felicidad no debería “llegar” solamente en tiempos navideños, todos deberíamos esforzarnos por conseguir que los 365 días del año fuesen un mar de tranquilidad, de buen vivir y desde luego…de buen trabajar.
El caso es que tal y como están las cosas lo mejor es cerrar los ojos durante estas jornadas y disfrutar unos días familiares, pidiendo que la paz y la alegría reinen todo el año.
Los arbolitos, los belenes, las panxoliñas, los conciertos, ayudarán a vivir estos días navideños y…a esperar que vengan mejores tiempos.
Y tras la Navidad…el nuevo año, que termina en 13. Un año más en el que la crisis seguirá siendo noticia y en el que los políticos continuarán ofreciéndonos parodias y actos de fe.
Todos, no podía ser menos, esperamos un año mejorable, que no venga cargado de tantos disgustos como nos deja el 2012 que se despide con violencias de género, ánimos muy alterados y muchas movidas .
Por eso, a pesar de todo, los mejores deseos para todas y todos. ¡sin mas! (Bueno, a Mas lo tienen que aguantar los españoles del noreste, pobres)