A vueltas con ‘Sarita‘.
La Asociación por la Recuperación de Patrimonio de Vilagarcia ha reclamado a la Conselleria de Cultura de Galicia que le proporcione información precisa sobre la situación de esta histórica locomotora, que hizo el primer viaje del ferrocarril en Galicia y que en abril de este año pasó a manos del Ejecutivo gallego, una vez que la Fundación Cela decidió integrarse en el sector público. Responsables de este organismo manifiestan su extrañeza por la nula informaciòn que se las ha proporcionado durante este tiempo y muestran su preocupación por el estado de esta joya del vapor de la línea Cornes-Carril manejada por el vilagarciano Francisco Porto Codesido.
“Lamentablemente, este asunto ha quedado en el olvido más absoluto y vemos, con enorme tristeza y sentimiento, que a medida que pasa el tiempo, esta máquina va a quedar reducida, por la corrosión, a un montón de chatarra sin que nadie muestre el más mínimo interés por su recuperación y puesta en valor en el mencionado Museo al tratarse de un aparato no solamente histórico sino también con un elevadísimo valor patrimonial de Galicia”. En su escrito ante la consellería, la Asociación por la Recuperación de Patrimonio insiste en hacerse cargo de la máquina para instalar en el museo de Vilagarcia.
La locmotora presentaba un avanzado deterioro en primavera ya que ha permanecido a la intemperie en los jardines de la Casa-Museo de la Fundación Camilo José Cela. La situación ahora es más preocupante porque si antes apenas recibía cuidados, ahora está completamente desatendida y a merced de las inclemencias del tiempo. ‘La Sarita’ fue cedida por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles a la Fundación Cela, una vez restaurada por el equipo del Museo del Ferrocarril de Delicias, en 1986. Se trata de una máquina de tracción vapor tipo Hunslet, numerada como 234, construida en localidad británica de Leeds en 1880. Forma parte del grupo de cuatro locomotoras de tres ejes acoplados del tipo 030 que la West Galicia adquirió para el servicio ferroviario entre Cornes y Carril.
Conocida como la locomotora del abuelo de Cela, John Trulock, la locomotora Sar, fabricada en Leeds, llegó al puerto de Lisboa en 1880 para prestar servicio en los ferrocarriles de Beira Alta. El presidente de esta concesión y de la Cámara de Comercio de Vilagarcía, José María Abalo y Souça, regaló esta locomotora a John Trulock y fue rebautizada con el nombre de ‘Sar’, que derivó en la ya conocida ‘Sarita’. La máquina empezó a ser conocida como la locomotora del gerente, que la utilizaba para sus desplazamientos. Tras la muerte de Trulock, la máquina se destinó al servicio de maniobras de la estación de Carril y su último viaje fue en 1968, haciendo el trayecto Vigo-Vilagarcía.
La máquina, de ancho ibérico, tiene un peso en servicio de 19.810 kilos y 16.610 en vacío. La longitud supera los 6,7 metros y la altura los 3,5 metros. Con un esfuerzo de tracción de 2.409 kilos, disponía de una potencia indicada de 211 cv. Posteriormente, pasó a formar parte del material motor de las compañías Medina-Zamora-Orense-Vigo, la del Oeste, renumerándose como 191 y a su vez en el parque de Renfe se le asignó el 030–0201. Esta máquina formó parte del material rodante en la exposición conmemorativa del primer centenario del ferrocarril en la Península ibérica (Barcelona-Mataró en 1848), que tuvo lugar en Barcelona en 1948.
“Una vez restaurada por personal competente y por derecho propio, esta máquina debe reintegrarse y ubicarse en el Museo del Ferrocarril sito en la antigua estación de Vilagarcía de Arousa donde, entendemos, debe exponerse al público a la vez que sirve para enriquecer los fondos del museo”, sostienen desde la Asociación por la Recuperación de Patrimonio.