Monitorizando el agua para que Galicia siga siendo un refugio climático

Augas de Galicia realiza una vigilancia continua de los recursos hídricos mientras sensibiliza a la población sobre la necesidad de hacer un uso responsable y sostenible.

El agua es un recurso fundamental para Galicia. Gestionarlo adecuadamente es vital para consolidar a la Comunidad como un refugio climático, como un territorio en el que el verde y el azul destacan en su paleta de colores. Se trata de un objetivo transversal de la Xunta de Galicia, especialmente relevante en un momento en el que los cambios derivados del cambio climático implican grandes retos que deben transformarse en oportunidades, demostrando capacidad de adaptación y buscando fórmulas con las que mitigar o minimizar esas transformaciones. Galicia no puede entenderse sin el agua de sus ríos, rías y manantiales -entre otros recursos hidráulicos-, que tienen una gran influencia en la conformación de sus paisajes. Esta riqueza única lleva aparejado el deber de preservarla y potenciarla mediante la creación de infraestructuras y hábitos que contribuyan a optimizar su aprovechamiento en todos los campos.

El agua es vida, cultura, economía, paisaje, parte de la idiosincrasia de la Comunidad, factor incluso que moldea el carácter de gallegas y gallegos, lo que hace que se convierta en un elemento indisociable de la identidad de Galicia.

Por eso, la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático, a través de Augas de Galicia, busca implicar al conjunto de la sociedad en la gestión responsable de los recursos hidráulicos, para lograr que el agua siga siendo protagonista de la geografía, del clima, de las tradiciones y, en definitiva, del día a día.

Las competencias de Augas de Galicia abarcan la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa. *Ésta se extiende a lo largo de 12.990 Km2, con 14.700 Km de red fluvial. Soporta unas precipitaciones de 1.472 mm/año -un valor muy elevado en relación con el resto de la Península-. Hablamos de 2.070.645 habitantes que residen en 182 ayuntamientos, más de la mitad de la población y de los municipios de la Comunidad.

Seguimiento de los recursos hídricos

Augas de Galicia publica periódicamente un boletín hidrológico que recoge la evolución de los recursos hídricos en cada año hidrológico en curso. Hace falta subrayar que los indicadores que manejan los técnicos de la administración hidráulica son dinámicos y están sujetos a evoluciones rápidamente cambiantes, especialmente en períodos como el verano, tanto por las condiciones climatológicas, más secas que en el resto de estaciones del año; como por el significativo aumento de la población en los núcleos más turísticos, que multiplican varias veces la carga de habitantes habitual.

Por este motivo, Augas de Galicia mantiene activa una evaluación periódica y adapta las medidas de gestión si la situación lo requiere. Concretamente, Augas de Galicia realiza un seguimiento continuo de la situación hidrológica de la demarcación hidrográfica Galicia-Costa a través del Plan de Sequía, aprobado en 2022, que permite analizar de forma diferenciada las distintas situaciones, mediante una serie de indicadores técnicos aplicados la unidades territoriales específicas.

Actualización del que existía desde 2013, el Plan de Sequía 2021-2027, que permite ordenar la respuesta ante episodios de sequía y escasez, proporcionándoles a las distintas administraciones instrumentos jurídicos para hacerles frente, supuso una profunda actualización para mejorar su eficacia y afrontar las consecuencias derivadas del cambio climático y la modificación de los regímenes cambiantes de precipitación. Tiene como objetivos principales asegurar la disponibilidad de agua a los ciudadanos y aminorar los efectos de estos eventos sobre el estado de las masas de agua, así como sobre las actividades económicas. Se suma a otros instrumentos fundamentales como el Plan Hidrológico y el Plan de Gestión del Risco de Inundación.

El Plan propone una gestión diferenciada de las situaciones de sequía prolongada y de escasez coyuntural. Así, la sequía prolongada está relacionada exclusivamente con la merma de las precipitaciones y de las aportaciones en régimen natural, mientras que la escasez coyuntural está relacionada con la problemática para atender la demanda de agua. Para mejorar la gestión de estas situaciones, se emplean indicadores de estado, que permiten identificar los diferentes escenarios y a tomar las decisiones necesarias en cada momento.

Aunque la elaboración y seguimiento del protocolo que define el Plan es responsabilidad de Augas de Galicia, su puesta en práctica requiere la intervención y coordinación de Meteogalicia, Protección Civil, los responsables de la explotación de los embalses de Galicia-Costa y las administraciones responsables de los sistemas de abastecimiento.

Es fundamental, por lo tanto, que el proceso de planificación frente a las secas se complemente y se coordine con los planes de carácter municipal, dado que los ayuntamientos son la principal administración que gestiona los sistemas de abastecimiento. Gracias a las ayudas de la Xunta, hay más un centenar de ayuntamientos que disponen ya de uno de estos planes.  En el caso de los núcleos de más de 20.000 habitantes, es obligatorio contar con un plan de emergencia frente a la sequía. Estos planes municipales establecen los indicadores idóneos para cada ayuntamiento, identificando cuándo se de una situación de riesgo y hay que activar las medidas previstas. En estos documentos también deben recogerse las acciones concretas a adoptar en cada situación y en cada ayuntamiento, adecuadas a las particularidades de los sistemas de abastecimiento, como captaciones o fuentes alternativas de abastecimiento, reducción de baldeos de calles o de arroyo de jardines.

Ahorrando agua, gota a gota

En paralelo, Augas de Galicia trabaja para sensibilizar a las gallegos y a los gallegos -desde los más niños a los más mayores- sobre la importancia de llevar a cabo un uso responsable del agua, haciendo hincapié en que, a pesar de que Galicia presenta un punto de partida mejor que la media española, se trata de un bien finito, cuya disponibilidad no se puede dar por hecha.

La administración hidráulica traslada diversos consejos que, gota a gota, pueden marcar la diferencia. En el campo doméstico, acciones como reparar fugas de agua en sanitarios, llaves y otros aparatos; instalar dispositivos de ahorro de agua; aprovechar el agua de la lluvia para regar plantas o limpiar; y desarrollar prácticas sostenibles -ducharse en lugar de bañarse, cerrar la llave en el cepillado de dientes, lavar la ropa con carga completa y programas de bajo consumo, etc-.

En el jardín y en la agricultura, cuidar del agua pasa por regar las plantas en las horas de menos calor para evitar la evaporación; utilizar sistemas de riego eficientes (goteo, aspersión subterránea); aprovechar el agua de la lluvia para el riego; y elegir plantas que requieran menos agua.

El ámbito industrial también es fundamental. Su contribución al ahorro se puede alcanzar implementando medidas de eficiencia hídrica en los procesos productivos; reutilizando el agua cuando sea posible; controlando y reduciendo las pérdidas de agua por fugas o evaporación; y formando a los trabajadores sobre la importancia del uso responsable del agua.

A mayores, Augas de Galicia propone consejos para la población en general como ser conscientes del valor del agua y de su uso responsable; informarse sobre las campañas de concienciación y las buenas prácticas; denunciar las prácticas de uso abusivo del agua; y participar en iniciativas de conservación del medio ambiente acuático.

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