Manuel Molares do Val- (molares@yahoo.es-cronicasbarbaras.es)
Este año que acaba no le ha traído grandes cambios a la historia de España, mientras que los años 12 de los dos últimos siglos alteraron la vida del país, el primero con la aprobación de la Constitución de Cádiz, y 1912 con el asesinato por un anarquista del presidente liberal de la Restauración borbónica, José Canalejas Méndez.
Hace cien años, Canalejas, un ferrolano que influyó para bien en la historia, dirigía un gobierno cuyos avances y proyectos liberales fueron anteriores a la socialdemocracia y al socialcristianismo.
Tras dirigir varios ministerios, y nombrado primer ministro en 1910, se enfrentó al Vaticano con la “ley del Candado”, que prohibía establecer nuevas Asociaciones pertenecientes a Ordenes o Congregaciones religiosas sin autorización gubernativa, y que entreabría la libertad a creencias no católicas.
Antiguo director de periódico en Ferrol, creó la Ley del Reconocimiento de la Protección de Autor de las Fotografías, esto es, los derechos de autor.
Con la ley del Servicio Militar Obligatorio suprimió el “soldado de cuota”, que evitaba, previo pago, que las clases adineradas quedaran exentas del servicio militar.
Propició la ley de Mancomunidades de Cataluña y eliminó los Consumos, que hoy serían un IVA que gravaba artículos de primera necesidad para las clases más pobres.
Aprobó la “ley de la Silla”, por la que las mujeres trabajadoras tenían derecho a sentarse en sus empleos.
Aumentó la edad de los niños para trabajar, prohibió el trabajo nocturno para mujeres, multó a los patronos explotadores, creó impuestos progresivos sobre el patrimonio, e invirtió en obras públicas como viviendas baratas para los trabajadores.
Creemos que nuestros avances sociales son recientes, pero algunos vienen ya desde el liberal Canalejas, y al que a cien años de su asesinato hemos olvidado como el primer y gran progresista del siglo XX.