La Escuela de Salamanca: pioneros de la economía ética- ( Pepe Fernández del Campo )

Pepe Fernández del Campo (*)
Enseñamos en las Escuelas de Negocio que, en el siglo XXI, el mundo empresarial está experimentando una transformación profunda, la confianza en las grandes corporaciones está en mínimos históricos. Según el “Edelman Trust Barometer”, el 60% de la población cree que las empresas deben tomar la iniciativa en asuntos sociales. Frente al modelo corporativo del siglo XX, basado en la maximización del beneficio y la eficiencia, surge con fuerza el concepto de la “empresa con alma”, una nueva visión donde las compañías buscan equilibrar la rentabilidad con el compromiso social, el respeto al entorno y la ética. Aunque pueda parecer una innovación reciente, sus raíces se encuentran en la Escuela de Salamanca, una corriente filosófica y económica del siglo XVI que ya defendía una economía basada en la justicia y el bien común.

El modelo del siglo XX: materialismo y maximización del beneficio

Durante gran parte del siglo XX, economistas como Milton Friedman, defensor del libre mercado, argumentaban que la única responsabilidad social de las empresas era generar beneficios para sus accionistas, siempre que respeten la ley y las reglas del mercado, como aparece en su artículo «The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits», publicado en The New York Times Magazine el 13 de septiembre de 1970. En ese artículo, Friedman critica la idea de que las empresas deban asumir responsabilidades sociales más allá de la maximización del beneficio, sosteniendo que la función de las compañías es generar valor para sus accionistas y que cualquier otra consideración podría distorsionar el funcionamiento del libre  mercado. Bajo este modelo, la rentabilidad a corto plazo, la reducción de costes y la expansión agresiva del mercado se convirtieron en las prioridades de los directivos.

Sin embargo, este enfoque ha demostrado ser insuficiente para abordar los desafíos actuales. La desigualdad económica y la pérdida de confianza en las grandes corporaciones multinacionales han llevado a repensar el papel de la empresa en la sociedad. Aquí es donde surge el concepto de la empresa con alma, una visión que retoma valores de la tradición filosófica y económica de la Escuela de Salamanca.

La Escuela de Salamanca

Francisco de Vitoria (1483-1546), catedrático de la Universidad de Salamanca, considerado precursor del derecho internacional y defensor de un comercio justo basado en el respeto mutuo entre naciones.

Domingo de Soto (1494-1560), fraile dominico y economista, que reflexionó sobre la justicia en la propiedad y los salarios.

Martín de Azpilcueta (1493-1586), quien anticipó la teoría cuantitativa del dinero al explicar la inflación provocada por la llegada de metales preciosos de América.

Luis de Molina (1535-1600), jesuita que defendió el derecho de los comerciantes a obtener un beneficio, siempre que respetaran principios de equidad y honestidad.

Tomás de Mercado (1525-1575), autor de tratados sobre la moralidad en los negocios, advirtiendo contra la especulación y la usura.

Los nuevos líderes de la empresa con alma

En el siglo XXI, varios pensadores y líderes empresariales han retomado una cierta visión ética de la economía y la han adaptado a los desafíos actuales. Si bien sus propuestas han influido en el debate empresarial contemporáneo, muchos de sus principios resultan cuestionables. No deja de ser paradójico que algunos de estos líderes, mientras predican sobre equidad y responsabilidad, hayan ocupado posiciones privilegiadas o hayan promovido modelos económicos que, en la práctica, pueden distanciarse del humanismo cristiano y de la verdadera justicia social. Entre ellos destacan:

Klaus Schwab (Alemania, 1938), fundador del Foro Económico Mundial (WEF) y creador del concepto de «Capitalismo de los Stakeholders«, que propone que las empresas deben servir a todos los grupos de interés (empleados, clientes, comunidades y medio ambiente), no solo a los accionistas.

Paul Polman (Países Bajos, 1956), ex CEO de Unilever, revolucionó la compañía al eliminar la obsesión por los resultados trimestrales y enfocarse en el equilibrio entre crecimiento empresarial y bienestar social. Su libro Net Positive aboga por empresas que devuelvan más a la sociedad de lo que toman.

John Elkington (Reino Unido, 1949), pionero en responsabilidad corporativa y creador del concepto de «Triple Bottom Line» (Personas, Planeta y Beneficio), que redefine el éxito empresarial más allá de la rentabilidad financiera.

Paralelismos entre la Escuela de Salamanca y la empresa con alma

Existe un vínculo evidente entre ambas perspectivas, pues la Escuela de Salamanca promovía una economía al servicio del bien común en lugar del enriquecimiento individual, del mismo modo que hoy la empresa con alma plantea un paradigma donde el propósito trasciende el beneficio y busca un impacto positivo sin renunciar a la rentabilidad; así, al igual que los doctores salmantinos condenaban la explotación y defendían la retribución justa, en la actualidad se valora el bienestar de los empleados y la equidad salarial; del mismo modo, si en Salamanca se analizaba el impacto de las políticas monetarias y comerciales, hoy se priorizan el respeto ambiental y el consumo responsable; finalmente, así como los escolásticos denunciaban prácticas abusivas y especulativas, en el siglo XXI se refuerzan la responsabilidad social y la lucha contra la corrupción.

El pensamiento de la Escuela de Salamanca nos recuerda que la economía nunca ha sido solo números y mercados, sino una herramienta para mejorar la vida de las personas. En un mundo donde los desafíos globales requieren respuestas responsables, quizás ha llegado el momento de escuchar nuevamente a aquellos que, siglos atrás, ya hablaban de justicia, equidad y ética en los negocios.

(*)-Profesor de Máster en EAE Business School
Licenciado en Derecho
Máster en Derecho de la IA
Doctorando en “IA en la Internacionalización de Empresas”

Lea también

ÁRTABROS 24-25 -(Julia M.ª Dopico Vale y Piñeiro)

Julia M.ª Dopico Vale y Piñeiro Con gran afluencia de público se entregaron el viernes …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *