Enrique Barrera Beitia
El 31 de enero se inauguró el nuevo local de la A de VV de Serantes, cuyas obras fueron iniciadas por el anterior gobierno municipal, y en breves semanas terminarán las de la avenida de As Pías, también gestionadas e iniciadas con Ángel Mato, y que en mi opinión generarán un enorme impacto porque romperán el aislamiento que existía entre el Ensanche B y la zona de Recimil, y convertirá un tramo de cemento en un paseo arbolado. La recta final de estas actuaciones financiadas con fondos aportados por el gobierno central ha enmascarado la actividad municipal, porque es una realidad que a fecha de hoy ningún paquete importante de inversiones ha sido desplegado por el actual equipo de gobierno, que sigue instalado (en mi opinión) en el día a día.
No hay necesidad de ser apocalíptico ni mucho menos de insultar a nadie. Al contrario, reitero una vez más mi respeto a todos empezando por el actual alcalde JM Rey Varela, porque no creo que ninguna de las veinticinco personas que integran la corporación municipal sea mala persona, pero a mi entender es una realidad que seguimos funcionando en marcha corta. Es verdad que encontramos en la prensa noticias positivas, como la resolución del contrato de servicios de Parques y Jardines, el de un aumento de horas de Ayuda a Domicilio o la futura rehabilitación de ocho viviendas para entregar a personas en emergencia social, pero también encontramos otras que reflejan una gobernanza manifiestamente mejorable.
El firme de muchas calles está deteriorado, la Sociedad Mixta de Turismo sigue sin gerente, el Centro de Día de
Caranza lleva todo el invierno sin calefacción, y hay protestas vecinales muy bien fundadas, padeciendo el
Ensanche una preocupante degradación.
La salida de Ferrol del Eje Atlántico tal y como advertí en un artículo anterior, ha sido negativa para nuestros intereses, porque se han perdido fondos europeos para el mercado de Recimil y la plaza de Rosalía, y cuando escribo estas líneas están a punto de perderse otras para el corredor verde desde la avda de As Pías hasta el parque del Montón de Caranza, y para el Ensanche. Tampoco se ha logrado una subvención para el Teatro Jofre, a cargo del 2% de las obras que el Ministerio de Transporte dedica para mejora del Patrimonio Histórico.
La gallina que entra por la que sale, y parece que son más las que salen que las que entran, puede dar satisfacción a los que no esperan grandes cosas, pero para esto no era necesaria una mayoría absoluta ni tantos asesores. Es verdad que la ciudad avanza, porque ya pasamos de 65.000 habitantes y hay una importante caída del paro (no confundir los parados con los demandantes de empleo, que buscan un mejor trabajo), pero en un 90% es gracias al programa de construcción de las nuevas fragatas, que en 2015 paralizó el ex-ministro Pedro Morenés Eulate. Sus vínculos profesionales con la empresa estadounidense MBDA, cuyo sistema de misiles quería instalar en detrimento del sistema preferido por los militares (el AEGIS producido por la empresa rival Lockheed Martin), es un factor que los ferrolanos no podemos ignorar, porque este renacimiento local lo podíamos haber iniciado cuatro años antes.