Julia M.ª Dopico Vale
Una vez más la Real Filharmonía de Galicia puso en valor el papel de las mujeres compositoras incluyendo en el programa de concierto bajo el título de este artículo dos obras de dos excepcionales creadoras: Marianne von Martínez y Maddalena Lombardini, ambas compositoras del clasicismo que obtuvieron fama y
reconocimiento por parte del público y de sus colegas entre los que podríamos citar a Haydn, Porpora o Leopold Mozart.
Marianne, de origen español, aunque nacida en Viena, fue alumna de Haydn, que la llamaba “la pequeña española” y de su amigo, el poeta y libretista Metastasio, para el que ella era “mi Santa Cecilia”. Fue declarada en 1733 Doctora Honoris Causa de la Universidad de Padua y miembro de la Accademia Filarmonica di Bologna (la primera mujer en la historia). De ella, en estos conciertos celebrados por la RFG en Santiago y Lugo, sonaron los compases de la Sinfonía en Do mayor, la única compuesta por una mujer en el clasicismo que “muestra la genialidad de una compositora cautivadora”.
La formación musical de Maddalena, debido a sus orígenes humildes, fue a través del Ospedale dei mendicanti, un hospicio de Venecia, mostrando tales aptitudes que la envían a estudiar a Padua con el virtuoso violinista Tartini. Ella, contradiciendo las normas de la época, no detuvo su carrera musical tras contraer matrimonio desconociéndose cuándo y en dónde murió, pero sí sabemos que interpretó su música por toda Europa obteniendo gran éxito. En esta ocasión sonó el Concierto para violín núm.3, que requiere de un gran virtuosismo del que hizo gala la concertino y también directora Amandine Beyer.
Se completó el programa con la Sinfonía con fuga en Sol menor, op. 7, de F. Richter, compositor de la
denominada “generación perdida” y relegado también por la historiografía musical.
Una vez más la RFG con toda su calidad y fineza hizo justicia a tres genios marginados por el paso del tiempo. ¡Enhorabuena!