«Descoordinación», mal estado y remolcadores que no llegaron a tiempo llevaron al ‘Blue Star’ a encallar en Ares

El quimiquero, que estuvo 17 días embarrancado, navega actualmente con el nombre cambiado a ‘Blue Bird’.

Archivo- Fot. José R. Montero

El quimiquero ‘Blue Star’ encalló el 22 de noviembre de 2019 en las rocas de Punta Miranda, en el municipio de Ares (A Coruña), donde permaneció 17 días, después de dos intentos fallidos de remolcarlo. Ahora se publica la investigación sobre lo que ocurrió, en la cual se apunta a cuestiones como la «descoordinación» entre la tripulación, pérdida de aceite y mal estado del buque entre las causas de lo sucedido.

La Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (Ciaim) ha publicado este informe en el que también se remarca la «imposibilidad para contar con asistencia inmediata de remolcadores en la zona de fondeo».

El hecho es que Salvamento Marítimo «movilizó inmediatamente» un remolcador desde A Coruña y unos minutos después otro desde Ferrol. El quimiquero encalló a las 23,40 horas, pese a que estos buques llegaron solo unos minutos después (23,58 y 23,59 horas), «ninguno de los dos remolcadores tuvo la oportunidad de intentar hacer firme un remolque al ‘Blue Star’ antes de que este encallase«.

En sus recomendaciones de seguridad, la Ciaim propone a las Capitanías Marítimas de A Coruña y Ferrol que «valoren establecer un procedimiento para gestionar el fondeadero en situaciones de meteorología muy adversa, disponiendo puntualmente remolcadores en puertos cercanos (Ares o Sada) o con otras medidas de eficacia similar». También emplaza a Portos de Galicia a que habilite en el puerto de Sada un calado suficiente para que puedan atracar buques de salvamento.

El barco, de 128 metros de eslora, sufrió el incidente entre las playas de Barrosa y A Canteira con un incendio en la máquina. Ocurrió cuando salía del fondeadero de Ares para tomar práctico y entrar en A Coruña, pero la avería lo dejó a merced del viento y las olas, en una noche en la que estaba decretada la alerta naranja con olas de cinco metros y vientos de unos 100 kilómetros por hora.

El buque procedía de Bilbao y se dirigía a cargar 6.000 toneladas de productos químicos en la terminal de Repsol en la ciudad herculina. Tras su desencallamiento, estuvo en los astilleros ferrolanos de Navantia hasta marzo de 2020, cuando emprendió un viaje de 20 días hasta la ciudad turca de Tuzla para su reparación. Actualmente el buque navega bajo bandera de Malta y se ha cambiado el nombre a ‘Blue Bird’.

CAUSAS Este organismo investigador, que depende del Ministerio de Transportes, señala como causas inmediatas del encallamiento: pérdida de aceite térmico por una fuga en el tanque de expansión del sistema, «que alcanzó los conductos de exhaustación de los motores, dando lugar a un incendio en el guardacalor que se extendió por la cámara de máquinas»; Descoordinación en la liberación del sistema fijo de extinción de incendios por gas CO2; pérdida de propulsión y suministro eléctrico, a causa del disparo del CO2; mal estado del sistema de emergencia de largado del ancla en el molinete de babor; así como la falta de remolcadores».

«Parece que cuando el capitán tomó la decisión de salir del fondeadero por el garreo del ancla ante el empeoramiento de las condiciones meteorológicas, no estaba debidamente informado por el jefe de máquinas del alcance de la avería en el sistema de aceite térmico y del riesgo de incendio que podía acarrear el uso de ese sistema. No hubo una comunicación eficaz entre el capitán y el jefe de máquinas. El capitán no fue diligente al no comunicar inmediatamente a las autoridades marítimas los problemas que estaban experimentando con el aceite térmico», relatan las conclusiones de la investigación.

Igualmente, «el capitán no fue diligente al no comunicar inmediatamente a las autoridades marítimas los problemas que estaban experimentando con el aceite térmico» y «el jefe de máquinas demostró no conocer debidamente el sistema de aceite térmico».

«Los defectos en el sistema de aceite térmico, en los molinetes de anclas, así como otras deficiencias puestas de manifiesto (dificultades de arranque del generador de emergencia, falta de iluminación en el puente, bomba de contraincendios) son indicadores de una política de mantenimiento defectuosa o mal implantada a bordo», resume la investigación. Por todo ello identifica un «insuficiente» cumplimiento de los códigos de seguridad.

El buque ‘Blue Star’ en la costa de Ares. Foto archivo-Mariano Romero -E.P.

DOS INTENTOS FALLIDOS

Hubo dos intentos fallidos de remolcar el buque aprovechando la pleamar a las pocas horas de encallar, por lo que se decidió poner en marcha un operativo para retirar las 105 toneladas de fuel y gasóleo que tenía en su interior, con el objetivo de evitar que el combustible llegase al mar.

Se iniciaba así una operación compleja, que convirtió durante unos días a la localidad costera de la comarca de Ferrolterra en uno de los puntos informativos de Galicia y de España.

Para esta labor se contrató a una empresa especializada, la holandesa SMIT Salvage, que ideó un sistema para traspasar los combustibles desde la zona de popa a proa, mezclándolos y enviándolos a tierra a través de una manguera sujetada por una tirolina, para lo que hubo que hacer una gran base de hormigón en tierra.

En paralelo, hacia la ría de Ares viajaron dos potentes remolcadores, el ‘Boka Pegasus’ y el ‘Union Princces’, especialistas en realizar maniobras de este tipo. Mientras tanto, día a día se iban trasvasando a camiones cisterna en tierra la mezcla de fuel y gasóleo.

El 10 de diciembre de 2019, sobre las 14,20 horas, minutos antes de la pleamar, los remolcadores de altura comenzaron a ejercer arrastre sobre el ‘Blue Star’ con la ayuda de unas estachas de gran resistencia. Lograron desencallar el barco y trasladarlo al puerto exterior de Ferrol, donde pasó la noche antes de ser llevado, a la mañana del día siguiente, a uno de los muelles del puerto interior de esta misma ciudad.

Para poder trasladar este barco hasta Turquía fue contratado el remolcador ‘VB Hispania‘, del Grupo Boluda, que llegó a la ciudad turca de Tuzla el 30 de marzo, veinte días después de su partida. Allí quedó atracado en uno de los muelles del conglomerado naval existente en esta localidad del mar de Mármara.

 

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