Con una solemne celebración eucarística en la concatedral de Ferrol y con una iglesia abarrotada de fieles, presidida por el obispo de la diócesis Fernando García Cadiñanos, ha dado comienzo el Jubileo Ordinario 2025 en nuestra diócesis de Mondoñedo-Ferrol. Una ceremonia simultánea en todas las diócesis del mundo.
El acto comenzó a las 12.30 h. con con un acto en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Allí se convocó un buen número de fieles junto con todos los sacerdotes del arciprestazgo de Ferrol.
Tras la lectura del evangelio y de algunos párrafos de la Bula de convocatoria del Jubileo se organizó la procesión que encabezaba una imagen de Cristo Crucificado tras la cual iba el Evangeliario y el Obispo diocesano con báculo, como pastor de la diócesis.
Tras él todos los presbíteros y la gente congregada. Durante el recorrido de la procesión por varias calles de la zona centro se interpretaron salmos y las letanías de los Santos por la coral polifónica A Magdalena, que ayudó con su buen hacer y sus cantos en toda la celebración, en esta ocasión estrenó el Himno del Jubileo en su versión gallega, lo que hizo que fuera la primera vez que se recite en público.
Una vez llegados a la concatedral, se procedió a la entrada en el templo tras la imagen de Cristo y presididos por el obispo. Este comenzó la celebración con la aspersión del agua recordando nuestro bautismo, como momento fundamental de nuestro encuentro con Cristo que se pretende renovar durante el Año Santo.
Sentido del Año Jubilar
En la homilía el señor obispo desglosó el sentido del Año Jubilar como “una oportunidad de encuentro con el Señor que nos quiere renovar, hacer nuevas criaturas, ayudarnos a nacer de lo alto”. «Un nacimiento que se produce al descubrirnos amados por el Señor».
Desglosó también los ritos a través de los cuales se expresa este nuevo nacimiento: la puerta, la peregrinación, la oración por la Iglesia y el credo, la celebración de los sacramentos y el ejercicio de la misericordia. En ese sentido explicó cómo a lo largo del año «intentaremos generar esperanza ante el drama de la trata de personas, como signo concreto del jubileo».
Por último, esbozó un deseo “para este nuevo Año Jubilar: ser hogar de esperanza. Hogar que nos habla de comunidad que se quiere y se cuida mutuamente. Hogar que habla de acogida y de lugar de sanación de los heridos de nuestro mundo por tantas cosas. Junto a ello, hogar de esperanza que nos habla de futuro y de presente”. En ese sentido recordó la frase del papa Francisco pronunciada durante la misa de Nochebuena: “la esperanza cristiana no es un final feliz que hay que esperar pasivamente, no es el final feliz de una película; es la promesa del Señor que hemos de acoger aquí y ahora, en esta tierra que sufre y que gime. Esta esperanza, por tanto, nos pide que no nos demoremos, que no nos dejemos llevar por la rutina, que no nos detengamos en la mediocridad y en la pereza; nos pide —diría san Agustín— que nos indignemos por las cosas que no están bien y que tengamos la valentía de cambiarlas; nos pide que nos hagamos peregrinos en busca de la verdad, soñadores incansables, mujeres y hombres que se dejan inquietar por el sueño de Dios; que es el sueño de un mundo nuevo, donde reinan la paz y la justicia”.
Previamente, a las 12 h., en la Catedral de Mondoñedo el Vicario General, Gonzalo Varela Alvariño, abrió también el Año Jubilar en una celebración eucarística. Queda abierto así el Año Jubilar en nuestra diócesis que se concreta en los templos jubilares elegidos para la ocasión: Catedral de Mondoñedo, Concatedral de Ferrol, santuario de la Virgen de Saavedra y santuario de San Andrés de Teixido. En la página web de la diócesis tienes más información al respecto