Tras recibir el informe histórico encargado por el Ayuntamiento, la junta de portavoces aprobó por unanimidad eliminar del espacio público este símbolo franquista
El Ayuntamiento de Neda llevó a cabo en la mañana del miércoles, día 16, la retirada de la cruz de los caídos levantada en los jardines del Coto en 1939.
La medida se adoptó, informa el concello, » en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática. Y se hizo, según lo comprometido por el gobierno local, tras escuchar la opinión de la principal asociación memorialista de Ferrolterra, y disponer de un informe histórico que acredita que se trata de un monumento de exaltación de la sublevación militar y de la dictadura franquista».
A primera hora de la mañana se iniciaban los trabajos para desmontar y trasladar a un depósito municipal tanto la lápida como la cruz, que durante 85 años presidieron esos jardines. La intervención se completó en algo más de media hora.
La retirada de la cruz llegaba al pleno por última vez a finales de marzo, en forma de moción nacionalista. El equipo de gobierno, partidario de la desaparición de ese elemento, aparcaba la decisión a la espera de constituir el Consejo Sectorial de Memoria Democrática, una propuesta de la Asociación Cultural Memoria Histórica Democrática.
En el marco de la primera reunión para crear ese órgano municipal, y con el fin de armar al Ayuntamiento ante posibles acciones judiciales, el gobierno nedense solicitaba la redacción de un análisis histórico que habría despejado cualquier duda sobre el origen y significado de esta cruz y había dictaminado sobre la necesidad de hacer desaparecer este monumento del espacio público.
Y el informe llegó. Suscrita por tres historiadores, (Xosé Manuel Suárez, Bernardo Maiz y Eliseo Fernández), el análisis enmarca la construcción de la cruz del Coto en la “campaña de inauguracións de milleiros de placas e cruces que na inmediata posguerra levaron a cabo as autoridades do réxime franquista en homenaxe ás vítimas da guerra do bando sublevado”, y explica su significado.
Concluyen los firmantes que “como elemento globalmente considerado, é contrario á memoria democrática e debe ser retirado do seu emprazamento, de acordo coa lei”.
Con el dictamen sobre la mesa, el gobierno de Neda movía ficha. Y así, celebraba una nueva reunión con la asociación para abordar el informe, y convocaba en septiembre la junta de portavoces municipales, que acordaba por unanimidad la retirada de la cruz de los caídos del Coto.
Con la desaparición de ese monumento, el Ayuntamiento de Neda da un paso más hacia la completa eliminación de sus calles de vestigios de la dictadura. Un proceso que pretende culminar con la activación del Consejo Sectorial de la Memoria Democrática.