Sin novedades en la Plaza de Armas–(Enrique Barrera Beitia)

Enrique Barrera Beitia

Vuelvo a opinar sobre el gobierno local sabiendo que se me replicará desde esta misma sección, empezando por recordar una vez más a los lectores mi antigua militancia comunista, detalle que me trae al pairo, porque haber militado en el PCE durante la etapa final de la dictadura no es precisamente una deshonra. A fin de cuentas, yo no he usado ni pienso usar esta sección de Galicia Ártabra, para abordar el curioso caso de las células durmientes de demócratas infiltrados en la administración y en el Movimiento Nacional, y que tras la muerte del dictador en 1975 fueron gozosamente despertadas.

Desde mi último artículo hemos visto como se recuperaba la velocidad de 50 kms hora en ciertas calles urbanas, hemos tenido unas razonables fiestas de verano y se ha aprobado una Oferta Pública de Empleo con la oposición de dos de las cuatro centrales sindicales. Son cinco plazas de policía, otras cinco de bombero, cuatro de administrativos, y una respectivamente para Recursos Humanos, Patrimonio, Biblioteca, Servicios y Trabajo Social. Un total de catorce plazas, algo más que un parche pero no deja de ser un avance.

En el otro platillo de la balanza llama la atención la nula voluntad mediadora en la huelga del transporte del área metropolitana, un servicio muy usado por los vecinos poco motorizados, o el descubrimiento de que a los ferrolanos se les ha cobrado 826.000 euros más por el canon de Sogama, la empresa autonómica que gestiona el reciclaje de los residuos urbanos.

Por lo demás, nada que no sea la rutinaria gestión del día a día con sus tradicionales claroscuros, y es precisamente esta constante ausencia de grandes novedades lo que más vuelve a llamar la atención, sin necesidad ni razón para insultar a los integrantes de un gobierno con mayoría absoluta y generosamente pertrechado de colaboradores.

Hemos conocido las cuentas generales de 2023 que indican una ejecución del presupuesto que sólo alcanza el 67% y el 30% de las inversiones, quedando sin invertir 7 millones de euros. No es un buen desempeño, y tampoco invita a tirar cohetes que tras más de un año de actividad municipal, los titulares de los medios informativos locales siguen copados por la evolución de las grandes obras iniciadas por el anterior alcalde.

Impacto de la senda de déficit en las cuentas de Ferrol.

El PP ha manifestado su voluntad de volver a tumbar en el Congreso de Diputados la senda de estabilidad
propuesta por el gobierno, lo que perjudicará a las autonomías y ayuntamientos, incluidos los que ellos gobiernan. Hay que recordar que al ser España una democracia, lo que está permitido no es obligatorio, y como los niveles de endeudamiento son dispares, si por la razón que sea una entidad territorial no desea aumentar su nivel de gasto o inversión, no tiene por qué hacerlo, pero no se debería privar de esta opción al resto.

La derrota parlamentaria del gobierno sería en realidad el fuego amigo de toda la vida, y se traduciría para los próximos dos años, en que la capacidad de gasto de la Xunta caería 344 millones de euros, alrededor de 4.5 la de Ferrol, e ignoro como afectaría a nuestro vecino Narón, que tiene cero euros de deuda.

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