El “tongazo” de Venezuela – Parte 1ª (Marcos L. Balado)

Marcos López Balado

Todos sabemos en este momento que hubo un pucherazo en Venezuela. Unos y otros. Todos. Yo también. Simplemente he intentado esperar noticias y datos para apoyar esta creencia.

Pero vamos por partes, pongamos algo de contexto antes.

Venezuela es desde hace años una dictadura. ¿Hay elecciones? Sí… ¿pero eso la convierte en una democracia? En la dictadura de Franco también había elecciones, en la dictadura de Cuba, también,… qué narices, ¡si hasta en la extinta URSS había elecciones!

Venezuela es un país donde el gobierno decide quien se puede presentar por la oposición y quien no. Es un régimen donde el dictador Maduro decidió prescindir de su Parlamento elegido por el pueblo porque no tenía mayoría y hacer uno nuevo a su medida con el 100% de representantes de su partido. Y cualquiera que le lleve la contraria es un traidor a la revolución y puede ser inhabilitado o encarcelado. En estas elecciones los líderes opositores no han tenido un solo minuto en las televisiones públicas… y un largo etcétera de cosas por las que todo el mundo sabe que, tristemente, Venezuela es una dictadura.

¿Y qué tal le va a Venezuela? Mejor dicho, ¿Qué tal le va a los venezolanos? Pues en un país con las segundas reservas de petróleo más grandes del mundo resulta que hay casi un 80% de venezolanos en situación de pobreza y más de un 50% en situación de pobreza extrema, con casi 8 millones de emigrados a otros países huyendo de esa pobreza y de la represión. Así que… obviamente, no les va bien a los habitantes de ese país. Decir que viven en un drama permanente es quedarse, seguramente, muy cortos.

Bien, una vez que partimos de un breve contexto, vamos a los hechos.

El tongazo ya empezó antes de las elecciones, pues Maduro inhabilitó a María Corina Machado, la líder opositora que ganó las primarias de su partido con más del 90% de apoyos. Posteriormente, inhabilitó a su sucesora también, solo permitiendo al desconocido Edmundo González encabezar la opción opositora. En realidad, quien encabezara daba un poco igual, mi gato habría ganado también las elecciones… y no es que Agustín (mi gato) tenga mucho carisma, es que el hartazgo con Maduro es total.

Que hubo pucherazo creo que todo el mundo lo pensó desde el mismo momento que empezaron a salir los datos. El desvío de las encuestas a los resultados era de escándalo. Ni Tezanos erra tanto. Estamos hablando que los resultados le concedían Maduro más del doble de porcentaje de voto que las encuestas. Así que obviamente, todo huele mal.

Pero creo que si una persona que escribe quiere tener alguna credibilidad debe de ir más allá de intuiciones o creencias. Muchas personas se sorprenden luego al ver que la brújula que creen tener en el culo les lleva por caminos equivocados. Así que busquemos hechos concretos o, al menos, indicios fundados.

Para mí uno de los hechos más llamativos es el del abandono de todos los países de la región gobernados por opciones claramente de izquierdas y nada sospechosos. A Maduro le han dado la espalda dirigentes tan significativos como Lula da Silva, cofundador del Grupo de Puebla, además de otros líderes de la izquierda sudamericana como Borik, de Chile, o Petro, de Colombia.

Pero esto, incluso, también son indicios, no hechos.

Si hablamos de hechos he visto varios cortes de la televisión pública venezolana donde el porcentaje de voto de los resultados sumaba el 105% en un primer momento y, según iban pasando las horas, llegó hasta al 132%. Esto, al menos, parece una muestra evidente de la existencia de datos manipulados.

Incluso creo que todos hemos visto una foto realizada en el centro de datos oficial de Venezuela, donde con un “selfie” que quería mostrar al equipo humano que trabajaba allí, sin percatarse, mostraron por detrás las pantallas con el resultado real, donde se podía ver claramente la victoria aplastante de Edmundo González.

Además, he visto infinidad de videos donde se ven los recuentos y se leen los resultados y se muestran a cámara, en los colegios electorales y mostrando claramente las actas oficiales. Qué raro no ver ninguno del otro lado mostrando la victoria de Maduro, ¿no?. He visto también videos de robos de actas o de expulsión de interventores de colegios por militantes chavistas.

Los opositores conservan, si no se los roban, al menos un 73% de las actas originales. En todas ellas el resultado es apabullante. Por el contrario, y a pesar de que muchos países y organizaciones lo han solicitado ¿dónde están las actas que conserva el chavismo?

Debemos tener en cuenta que el “Centro Carter”, oficialmente invitado por el chavismo para actuar como observadores, ha concluido que las elecciones no fueron democráticas. Entre otras irregularidades destacan que no se hayan ofrecido las actas oficiales y que no se hayan detallado los resultados desglosados mesa por mesa. Básicamente, que salió un tipo por la tele y leyó el resultado que le dió la gana a Maduro. Según las actas que han podido auditar desde ese centro de observación, el candidato Edmundo González habría obtenido un 68% de las mismas, mientras que Maduro apenas el 30%.

Y tras el pucherazo, ha llegado la represión. Otra vez. Nada nuevo bajo el sol. Detenciones de miembros de las fuerzas opositoras, represiones a tiros de manifestaciones, amenaza de detenciones de María Corina Machado y de Edmundo González, amenazas en televisión de matón a sueldo desafiando a rivales a “aguatarle un round”, declaraciones insultando y llamando feos a otros líderes, y… como no, menos Rusia, China, Siria, Cuba, Nicaragua… todo el mundo son enemigos del pueblo venezolano, desde los clásicos EEUU y las fuerzas imperialistas, pasando por empresarios como Elon Musk, y llegando hasta casi todos los líderes de izquierdas de la región.

Como dato para acabar estar primera parte, hoy mismo, 1 de agosto,  la OEA (Organización de Estados Americanos) ha solicitado a la Corte Penal Internacional el arresto de Maduro por “el baño de sangre” con el que Maduro quiere sofocar la reacción popular que reclama contra el pucherazo.

Y hasta aquí esta primera parte sobre lo sucedido al pueblo hermano de Venezuela. Y solo os dejo a todos una cuestión para reflexionar: Ya vemos que con unas elecciones no se puede expulsar a un dictador ¿Y ahora qué?

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