El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha rechazado este jueves el último recurso de la familia del cámara ferrolano José Couso, asesinado en 2003 en Irak por un disparo de un carro de combate estadounidense contra el hotel en el que se encontraba en Bagdad, y ha avalado el archivo del caso por parte de la Justicia española.
El tribunal ha fallado de forma unánime que el archivo del caso en España tras la reforma de la jurisdicción universal no supone una violación del derecho a un juicio justo ni el respeto de los Derechos Humanos, tras el carpetazo a los procedimientos en 2015.
Así, ha sostenido que los motivos presentados para justificar la reforma fueron «legítimos» y ha recalcado que «no hubo nada arbitrario o manifiestamente poco razonable» en la limitación de los litigios a los casos en los que hubiera un lazo «suficiente» a España.
Por ello, ha recalcado en un comunicado que «no ha habido violación del derecho al acceso a los tribunales, dentro del significado del Artículo 6 de la Convención», un fallo que ha sido descrito como «decepcionante» por el despacho de abogados Red Jurídica, que lleva la defensa de la familia del cámara asesinado.
«A nadie se le escapa que vivimos tiempos de absoluto desprestigio del Derecho Internacional Humanitario, y la sentencia dictada hoy por el TEDH es hija de estos tiempos», ha dicho en su cuenta en la red social X, antes de agregar que «ningún gobierno del mundo quiere que se aplique de manera eficaz la IV Convención de Ginebra».
La familia de Couso presentó en diciembre de 2019 un recurso ante el TEDH para tratar de reactivar el caso y con el objetivo de «buscar el respaldo ante la violación de los Derechos Humanos y la pérdida de protección ante las modificaciones de la legislación española».
Con esta reforma de la ley se refieren a la restricción de la justicia universal y lo que denuncia la familia ante el tribunal con sede en Estrasburgo es que esta circunstancia les ha «privado de la posibilidad de articular un recurso efectivo que permita la investigación y enjuiciamiento del crimen». «No existe actualmente ninguna posibilidad de que el mismo sea enjuiciado, por lo que quedará impune», argumentó en su recurso.
Couso murió por el disparo de un carro de combate contra el Hotel Palestina de Bagdad –en el que se alojaban numerosos periodistas– durante la invasión del país en 2003, suceso que se saldó además con el fallecimiento del periodista ucraniano Taras Prostiuk.