El Gobierno admite que puede incumplir sus previsiones para 2013 por la desaceleración mundial

Las previsiones serán muy difíciles de cumplir por el contexto económico mundial, según el Gobierno

Las recientes previsiones de la Comisión Europea para el conjunto de la zona euro han incrementado esta visión, dado que las principales potencias de la UE sufrirán un estancamiento en 2013

Las cuentas públicas del próximo año señalaban que el PIB sólo caería un 0,5% y que la exportación de bienes y servicios crecería un 6%

El Gobierno de Mariano Rajoy cree que la desaceleración económica que los principales países de Europa y del mundo sufrirán a lo largo de 2013 tendrá consecuencias para España, hasta el punto de que las previsiones incluidas en los Presupuestos Generales del Estado para 2013 serán «muy difíciles» de cumplir.

Así lo aseguraron a Servimedia fuentes del Ejecutivo que han participado en la elaboración de las cuentas públicas para el próximo año y que temen que el contexto internacional trunque los planes de los ministerios de Hacienda y Administraciones Públicas y de Economía y Competitividad. Las recientes previsiones de la Comisión Europea para el conjunto de la zona euro han incrementado esta visión, dado que las principales potencias de la UE sufrirán un estancamiento en 2013 que seguramente afecte a las exportaciones españolas.

De este modo, las previsiones macroeconómicas que el Consejo de Ministros aprobó hace apenas dos meses pueden desdibujarse y convertirse en papel mojado antes incluso de que el Parlamento apruebe los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. El Gobierno contemplaba entonces que las economías de Alemania, Francia e Italia mejorasen el próximo ejercicio, hasta el punto de atribuir al país de Mario Monti un crecimiento del PIB de aproximadamente medio punto.

Sin embargo, la Comisión Europea ha tumbado ahora esas expectativas. Bruselas augura que la economía italiana caerá un -0,5% en 2013, que Francia sólo crecerá un 0,4%, que Alemania se estancará en el 0,8% y que el Reino Unido apenas llegará al 0,9%. España sufriría una recesión del -1,4%, exactamente igual que en 2012. De ser cierto, no se cumpliría la predicción de Mariano Rajoy de que el próximo año «será mejor que este» y que la economía volverá a crecer en 2014.

FRENO A LA RECUPERACIÓN

Las fuentes consultadas por Servimedia admitieron que el panorama europeo y mundial pueden frenar en seco las expectativas de España, que preparó las cuentas públicas del próximo año pensando que el PIB sólo caería un 0,5% y que la exportación de bienes y servicios crecería un 6%. Parece que nada de esto se cumplirá y en el Ejecutivo de Rajoy empiezan a asumirlo. Aseguran que la culpa es principalmente de la incertidumbre surgida sobre el futuro de la zona euro y no de las medidas que está aplicando el Gobierno en España, que se consideran adecuadas para sentar las bases del crecimiento y la creación de empleo.

La propia vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, reconoció este jueves tras el Consejo de Ministros que le «preocupa» la situación económica mundial porque «no es lo mismo cumplir los objetivos cuando todo va bien que cuando todo va regular tirando a mal y en algunos casos mal».

Sáenz de Santamaría fue muy gráfica al describir un panorama de «recesión mundial» para 2013 y pidió ser «prudentes en las previsiones de todos», consciente de que las cuentas que se han realizado en Bruselas pueden ser demasiado pesimistas. En cualquier caso, el Gobierno de Rajoy está empeñado en continuar con sus reformas económicas y sus recortes en el gasto público para cumplir al máximo el objetivo de déficit. Sin embargo, a menos de dos meses para que termine 2012, las mismas fuentes indicaron que es prácticamente imposible alcanzar la cifra del 6,3% que la UE marcó a España el pasado mes de junio. Lo más probable es que el déficit de este año ronde el 7%, muy lejos del objetivo del 4,4% con el que se empezó 2012. No obstante, el Ejecutivo aduce a su favor como un gran mérito que Rajoy haya sido capaz de rebajar en apenas doce meses el equilibrio de las cuentas públicas del 9,6% que heredó Zapatero a más o menos el 7%.