Concentración en Narón en repulsa por el último caso de violencia de género

Un centenar de personas participaron en la concentración que se realizó en el municipio de Narón en repulsa por el último caso de violencia de género que se registró en la localidad y que se saldó con la muerte de una mujer de 63 años, Marisol Aller, quién pereció en el incendio que, según las principales hipótesis, provocó en la vivienda su marido, que después se suicidó, y del que estaba en trámites de separación.

En la concentración, que tuvo lugar en la plaza de Galicia a las 12.00 horas, se guardaron cinco minutos de silencio. Estuvieron presentes el subdelegado del Gobierno en Galicia, Jorge Atán, el alcalde de Narón, José Manuel Blanco, y el comisario de la Policía Nacional en Ferrol-Narón, Ángel Jesús Casanova.

Tras la concentración de repulsa a este crimen, el segundo registrado este año en el municipio, el subdelegado del Gobierno manifestó su rechazo a cualquier tipo de violencia, pero sobre todo en el ámbito familiar y de género e hizo «un llamamiento a luchar contra esta lacra».

Por su parte, el regidor naronés, lamentó que se trate de la segunda muerte por violencia de género que se produce en el mismo año en Narón. En junio fue asesinada una joven. Su ex novio, que tenía una orden de alejamiento que le impedía aproximarse a menos de 200 metros, le provocó heridas en el cuello con arma blanca.

«Todas las administraciones tienen que estar implicadas cada vez más intentando poner nuestro grano de arena, poniendo las medidas necesarias para evitar estos casos», afirmó el regidor.

Más crítica fue la concejala de Igualdad de Narón, Teresa Sabio, que lamentó la falta de recursos para luchar contra la violencia de género y aseguró que «no se está protegiendo a las mujeres como se debería». Denunció que reciben teléfonos móviles «para lugares en los que no hay cobertura».

Así, añadió que en «Narón se disponen de pocos recursos» y comparó la vida de las mujeres, que «se valora poco», con el dinero gastado por Xunta y Gobierno central para proteger a personas que podrían ser objetivo de ETA, aunque dijo que son recursos «bien gastados». «Me pregunto si en vez de ser mujeres anónimas fueran políticos o futbolistas famosos, qué pasaría, ¿o es que no valen todas las vidas igual?», añadió Sabio, que concluyó que «de una vez por todas hay que gastar dinero en educación y en proteger a las mujeres».