Marcos López Balado
No soy adivino, así que yo solo planteo un mero ejercicio de especulación en base a mi análisis particular… que eso sí, intentaré sea lo más objetivo y acertado posible.
Tenía dos opciones al escribir este artículo. Podría en primer lugar hacer mi predicción y luego justificarla con argumentos. Pero lo haré al revés. Así que os invitó a recorrer juntos el camino del análisis… y a ver donde acabamos.
El PPdG es quien maneja los tiempos, así que no me cabe ninguna duda que las elecciones suceden en un momento que creen favorable.
Presupuestos de 2024 recién aprobados, nuevas líneas de ayudas convocadas, sin grandes adversidades en el horizonte, sin apenas ruido mediático (solo el que procede en clave nacional), llegan con los deberes hechos. No estoy diciendo que esté todo bien, ni estoy diciendo que a todo el mundo le tenga que haber gustado la gestión, solo digo que el PPdG ha hecho todo lo que esperaba hacer. De ahí lo de los deberes hechos.
Supongo que todos coincidirán conmigo que lo más destacable de estas elecciones será ver cómo afecta el relevo en la presidencia. En esta ocasión, por primera vez, será Alfonso Rueda quien se encabece el cartel.
Habrá quien diga que Rueda es un rival más accesible que Alberto Núñez Feijoó, que tiene menos carisma, o que no es tan buen gestor. En primer lugar creo que deberían tener en cuenta que el propio PPdG es una máquina de ganar elecciones bien engrasada. A los hechos me remito. Por otro lado, ser menos conocido, simplemente por haber tenido menos exposición que el que en un momento dado era el presidente, ni te resta carisma ni te resta dotes de gestión.
Lo cierto es que Alfonso Rueda siempre fue el motor de funcionamiento de la administración gallega en la “era Feijoó”. No en vano es el encargado de suceder a quien parecía imposible sustituir. Es un hombre de perfil sobrio, tranquilo, cercano, galleguista, trabajador y, sobre todo, eficaz.
En frente está por ver si será Ana Pontón o José Ramón Gómez Besteiro su rival a batir. No digo que los dos no serán los rivales y que quede uno u otro delante, si tienen ocasión de pactar y gobernar, lo harán. Me refiero a cual de los dos quedará delante, a cual será el verdadero aspirante. Ambos tienen carisma y buena imagen, lo que creo que puede ser un problema para su causa… porque históricamente se ha visto que es más fácil que se acerquen a la opción de gobernar cuando solo uno de ellos se muestra claramente por encima del otro.
En las ocasiones que hemos visto reducida la distancia entre PsdG y BNG, el PpdG se fue por encima de 40 escaños.
Ana Pontón logró levantar la moral y los resultados del BNG. Se convirtió en la salvadora de una formación que parecía (solo lo parecía) que podría ser absorbida o neutralizada por las Mareas.
Pasar de 6 a 19 escaños es un mérito indudable, ya que 19 es el mejor resultado histórico del BNG… si bien creo que los 6 eran engañosos. Eso sí, como decía antes, lo hizo a costa de un PsdG que solo obtuvo 14, y si uno sube y el otro cae, no les va a llegar.
Aunque Ana Pontón es joven y proyecta una cierta imagen de renovación, como de ser nueva en esto, lo cierto es que sabe muy bien de que va el juego y está a punto a cumplir en 2024 nada más y nada menos que 20 años en el parlamento gallego.
Su “pero” fue el pinchazo en las últimas generales. De puertas a fuera hablaban incluso de conseguir grupo propio en el Congreso y, aunque de puertas adentro sabían que eso era imposible, esperaban conseguir dos o tres diputados y se quedaron en solo uno.
Besteiro será un rival duro también, si bien creo que ya tuvo mejor proyección de la que tiene ahora.
Tanto por su situación personal como por la de su partido. No en vano Valentín Formoso, que es un tipo listo, decidió esperar un momento más favorable y echarse a un lado.
Como decía, es y será un rival duro. Es carismático, un líder y en su momento tenía una gran proyección, pero su imputación abortó su primer intento de asalto. Desde su regreso, desde Madrid no han escatimado esfuerzos para darle relevancia y situarlo como virtual candidato, como así ha sido finalmente.
En su contra juega el poco tiempo que ha tenido para visibilizarse como alternativa real en un PsdG en horas bajas y, desde luego, la situación nacional, sobre la que más tardaré hablaré.
Sobre otras alternativas poco hay que añadir, dado que sus opciones reales son nulas. Podemos hablar de Vox, pero en Galicia han venido naufragando una y otra vez, y nada hace presagiar que esta vez vaya a ser diferente. No tienen caras conocidas y carismáticas aquí, no tienen estructura local y, si bien Vox tiene su público en otros territorios como Madrid, su discurso “anti autonomías” nunca ha calado por estos lares.
Con Sumar o Podemos pasa algo similar. Están en proceso de configurar sus candidaturas, pero ciertamente con muy pocas opciones. El hecho de concurrir por separado aun lo dificulta más, por lo que creo que no serán candidatos realistas a obtener representación.
Finalmente, una vez analizadas las distintas opciones sin entrar en demasiada profundidad, solo nos queda ofrecer una pequeña valoración de lo que, bajo mi punto de vista, va a determinar realmente la campaña: la situación nacional.
Siempre que en unas elecciones autonómicas o locales se tratan temas más generales, como puede ser la situación nacional, es un punto de partida que favorece al que está gobernando y que, a fin de cuentas, transmite al votante que no hay grandes problemas en casa.
Llegados a este punto, podría parar en el análisis y no me equivocaría mucho. Pero a mi me gusta ir más allá y mojarme, aun a riesgo de patinar.
Mi interpretación es que se hablará mucho de la amnistía o de los pactos con Bildu, con mención especial a los beneficios que obtendrá Cataluña en detrimento de Galicia, por ejemplo. Esta opción se verá más potenciada por el hecho que, supongo yo, se implicarán en la campaña Feijoó y Tellado, que a fin de cuentas juegan en casa.
El PPdG es una maquina de ganar elecciones y ya lleva tiempo trabajando. Rueda tiene una imagen impoluta y es un gran conocedor del terreno de juego. Su rivales harán bien en no subestimarlo.
Creo que Ana Pontón se mantendrá por encima de un Besteiro que estuvo demasiado tiempo fuera y que además se verá penalizado por un PSOE que pagará los pactos con Bildu o la amnistía. Y la clave estará, como decía antes, en que Pontón sea capaz de mantenerse claramente por encima de Besteiro, ya que, si se mantienen a un nivel de voto similar se quedarán lejos de un PPdG que revalidará su mayoría absoluta.
Si me equivoco mucho, tampoco me lo tengáis en cuenta