Menuda sorpresa se llevó el conductor de un Audi familiar cuando tras quedarse dentro de su coche a descansar durante la noche del viernes al sábado en un descampado al lado del río Belelle, en Neda, se despertó sobre las nueve de la mañana con el agua dentro de su vehículo y arrastrado por la corriente del río hasta quedar encajonado junto a un árbol.
Todo sucedió cuando esta persona, de unos cuarenta años de edad, decidió “echar una cabezada” dentro de su vehículo en el lateral izquierdo del río Belelle en la zona de O Roxal, en el concello de Neda, y con la crecida de la corriente el vehículo quedó medio ocupado por el agua, momento en el que despertó.
Fue una mujer la que efectuó una llamada, sobre las nueve horas, a Protección Civil de Neda avisando de lo que ocurría, y desde allí se dio la voz de alarma al Centro Integrado ás Emerxencias-112 Galicia.
Tras la alerta fueron llegando al lugar miembros de Protección Civil, Guardia Civil, los Bomberos de Ferrol y efectivos del Grupo de Emerxencias Supramunicipal-GES de Mugardos. Los bomberos vistieron los trajes de neopreno y lograron “traer a tierra” al conductor, tras sacarlo por una de las ventanillas del vehículo.
También acudieron efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y de Urxencias Sanitarias de Galicia-061 que atendieron “in situ”al conductor, que estaba con las ropas empapadas por el agua, por lo que se le proporcionó alguna ropa seca.
Posteriormente acudieron a la zona el alcalde de Neda, Ángel Alvariño, el edil de seguridad, Ángel García, y efectivos de Protección Civil, para ver la posibilidad de retirar el vehículo, aunque debido a la crecida de las aguas el rescate es imposible y habrá que esperar a que baje el nivel de las mismas.