Miles de estudiantes protestaron en las calles gallegas contra «los recortes» en educación y la «serie de obstáculos puestos por el Gobierno central» para «destruir la enseñanza pública y que sólo la elite se puedan formar». Estas marchas que se celebraron en seis ciudades de Galicia se sumaron a las convocadas por estudiantes en unas 50 localidades de España.
La manifestación más numerosa fue la de Santiago de Compostela, en la que más de un millar de estudiantes –unos 3.000 según la organización–, en su mayoría de enseñanza universitaria, aunque también con presencia de algunos de institutos, salieron ayer jueves a las calles para rechazar estas medidas de ajuste y reivindicar una enseñanza «pública y de calidad».
Esta marcha, que paralizó el tráfico de la capital gallega durante aproximadamente una hora, coincidió con la celebración de una huelga en las universidades así como en la enseñanza media y que, según detalló uno de los miembros de la Liga Estudiantil Galega, Tirso Fernández, fue seguida «por un 80 por ciento de los alumnos de la Universidade de Santiago de Compostela» (USC) y por «algunos institutos compostelanos como el Antón Fraguas», en el que «se han paralizado algunas de las clases».
De este modo, bajo el lema ‘Educación de y para los pueblos’, los estudiantes criticaron «todas las medidas de racionalización del gasto en educación», especialmente «las que afectan al ámbito universitario, como la subida de tasas o la normativa de permanencia, que impide que muchos alumnos continúen con sus estudios», indicó en declaraciones en declaraciones a Europa Press Laura Arjonilla, de la Liga Estudiantil Galega, una de las organizaciones estudiantiles convocantes, junto con los Comités y Agir.
«Queremos organizar la respuesta del alumnado gallego ante el mayor ataque que ha sufrido la educación, tanto en el ámbito universitario como en la enseñanza medida», explicó a los periodistas el portavoz de los Comités Daniel Candal antes de añadir que «este ataque se traduce en diversas agresiones como la reciente reforma educativa por un modelo absolutamente desfasado».
Precisamente, en el ámbito estatal, rechazaron la intención del Gobierno de «centralizar la educación», actuación que aseguraron que «se contempla en el anteproyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad y en las declaraciones el ministro Wert», tal y como apuntó a Europa Press Miguel Cuba de Agir.