Julia M.ª Dopico Vale
Nuevamente la galleguidad estará representada en el madrileño Teatro de la Zarzuela ‒ en clara apuesta por la recuperación del patrimonio lírico español‒ presentando una nueva producción de la obra barroca “Donde hay violencia, no hay culpa”, con música de José de Nebra y libreto de Nicolás González Martínez, cuyo estreno privado fue en 1744 en el palacio del Duque de Medinaceli, apareciendo ahora con el título “La Violación de Lucrecia”, en un guiño al extenso poema escrito por William Shakespeare sobre el mito de la fundación de la República de Roma que recoge la tragedia de la virtuosa Lucrecia, transmitida por Tito Livio en su Ab Urbe condita y en la que se inspira la obra musical citada.
Una galleguidad representada por el coruñés Alberto Miguélez Rouco, al frente de la dirección musical y debutando desde el foso del teatro con su Ensemble Los Elementos integrado por clave, guitarras barrocas, violines de cuerda de tripa, trompas…y un reparto de envergadura: la soprano María Hinojosa (Lucrecia), la mezzo Carol García (Colatino), la sopranos Marina Monzó (Tulia) y Judit Subirana (Laureta), la actriz Manuela Velasco (Espíritu de la leyenda de Lucrecia) y el actor Borja Luna ( Sexto). Miguélez, considerado toda una referencia de la interpretación de la música teatral de
Nebra, señala que esta música “es una de las más brillantes joyas de la época”, actualizada con la nueva versión del libreto escrito por Rosa Montero ‒ Medalla de Oro de las Bellas Artes‒ y contando con la dirección escénica el “enfant terrible” de la ópera contemporánea, Rafael R. Villalobos.
Se representarán cinco funciones del 25 de marzo al 1 de abril de la obra que como apunta Nieves Pascual en sus notas al programa es la reflexión en torno a la libertad de la mujer, la conciencia de culpa, el sentido del honor y el instinto de venganza en un patrimonio del ayer que sigue siendo expresión de los deseos y pasiones de hoy.