Enrique Barrera Beitia
La vida política en Ferrol nos está ofreciendo una notable singularidad. Ángel Mato presentará al pleno municipal para su aprobación, la propuesta del convenio con Defensa que en su día hizo el ex-alcalde popular, JM Rey Varela. Es una decisión que tiene una doble lógica, porque la propuesta del PSOE
tampoco tenía los trece votos necesarios, y porque ambos documentos tienen muchos puntos en común.
Dado que las encuestas sobre las elecciones municipales en Ferrol predicen un resultado muy reñido, la iniciativa del alcalde socialista tenía necesariamente que provocar un debate en el seno del PP ferrolano, con ciertas dosis de inquietud. Votar en contra hubiera sido una decisión imposible de explicar, y le
hubiera dejado hecha la campaña a sus rivales, pero aunque votar a favor permite construir un relato favorable (“los socialistas han tenido que rectificar”), supone entregar una enorme baza electoral a los socialistas a sólo tres meses de las elecciones. En los cálculos de los populares ferrolanos también debió
pesar que Ángel Mato puede dar una explicación tan sencilla y de tan amplia aceptación, como decir “no somos sectarios y Ferrol lo necesitaba. Tras doce años no podíamos esperar más”.
Buscar defectos formales; el precedente del saneamiento rural.
Así que en la plaza de Armas se vive una frenética búsqueda de defectos formales en la propuesta, para que quede encima de la mesa, y evitar que se pueda votar antes de las elecciones; es lo que en términos políticos se conoce como “filibusterismo parlamentario”. Los procedimientos políticos en España no
favorecen esta práctica, pero es verdad que en el anterior mandato local, hubo casos en que asuntos llevados al pleno quedaron sobre la mesa al advertirse la ausencia de algunos requisitos.
En cierta manera esto ya está pasando con el saneamiento de la zona rural, donde Aguas de Galicia, organismo dependiente de la Xunta, ha enviado al concello un informe pidiendo que se corrijan las “numerosas deficiencias detectadas”. Esta frase es muy preocupante, porque indica que están construyendo una excusa para que antes de las elecciones, el alcalde no pueda presumir de tener firmado el segundo convenio más importante para la ciudad.