Al corte de la N-642, que une los municipios de A Mariña lucense, a la altura del acceso a Burela desde Foz debido a un socavón producido por las fuertes lluvias caídas en la zona en los últimos días, se ha sumado la suspensión de la circulación ferroviaria por «peligro de desprendimiento» de la carretera cortada, que discurre en paralelo a la vía del tren.
Así, Adif ha informado que en estos momentos se encuentra suspendida la circulación entre Burela y Ribadeo –-Línea de ancho métrico Oviedo-Ferrol– por «peligro de desprendimiento por derrumbe de carretera próxima a la vía».
En su cuenta de Twitter, @InfoAdif, ha trasladado que está previsto establecer un plan alternativo por carretera entre Ribadeo y Cerdido, en la provincia de A Coruña.
La N-642 está cortada desde la noche de este viernes por un «embalsamiento de agua derivado de los últimos episodios de intensas lluvias en el margen izquierdo de esta carretera y la aparición de grietas y un socavón, en el punto kilométrico 42,3».
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha confirmado el desvío del tráfico por la carretera LU-162 y la LU-P-1502. Así, desde Cangas de Foz, la ruta del itinerario recomendado pasa por las carreteras LU-162, hacia Ferreira do Valadouro, y LU-P-1502, en sentido Burela.
De manera alternativa, desde la LU-162 en Ferreira do Valadouro, el itinerario podrá continuar por la LU-161 y la LU-540 hasta Viveiro, para incorporarse nuevamente a la N-642 a través de la CG-2.3 en Xove.
Ante esta situación, el Ministerio ha trasladado que ya trabajan en la zona «con medios materiales y humanos» y analizan las distintas soluciones al problema «para que las afecciones sean las mínimas posibles».
Hasta el lugar también se ha desplazado personal del Grupo de Apoio Loxístico (GALI), de la Axencia Galega de Emerxencias (Axega), «con una bomba de gran caudal para achicar agua acumulada por las lluvias caídas en los últimos días».