La configuración de las buhardillas que coronaban el tejado del palacio municipal causó a lo largo del tiempo filtraciones de agua que acabaron por dañar la estructura de la cubierta. Así lo determinaron los técnicos responsables de la obra de rehabilitación que se está desarrollando en el edificio, que comprobaron que algunas de las principales deficiencias coinciden, precisamente, con los puntos en los que se asentaban las buhardillas. El concejal de Urbanismo, Julián Reina, revisó en días pasados el estado de la estructura en diversos lugares que presentan graves deficiencias. En concreto, se trata de desprendimientos de hormigón y corrosión de la armadura metálica hasta misma casi su desaparición en algunos puntos concretos.
Para solucionar esos problemas, se adoptó la solución de aplicar fibra de carbono que aporte resistencia y durabilidad a la estructura en esos lugares precisos. Según los técnicos, la retirada de las buhardillas va a mejorar la impermeabilidad y disminuir el peso que soporta la estructura, algo que también ocurre con el cambio de la teja por zinc que se está llevando a cabo. Así, esas dos decisiones, además de facilitar el mantenimiento de la cubierta, van a contribuir la una mayor longevidad del edificio.
La rehabilitación de la cubierta y de las fachadas del edificio del Concello está incluida en el Plan de Obras y Servicios POS+Adicional 1/2019 de la Deputación Provincial. Los trabajos, adjudicados por 562.650,00 euros (IVA incluido), consisten en el cambio de revestimiento de la cubierta, la eliminación de las buhardillas e instalación de ventanas giratorias, la eliminación también de los pináculos de la torre del reloj, la pasivación puntual de las armaduras de las semiviguetas del forjado de la cubierta y el pintado de las fachadas.
Incluyen también una parte de desmontaje y limpieza, con la retirada de placas de fibrocemento con amianto por una empresa especializada, y diferentes demoliciones: la de la cobertura de teja cerámica, la de la fábrica de ladrillo, la de las cubiertas de las buhardillas, la de las carpinterías, la del sollado de baldosa, la de las cornisas y ornamentos, la de los lucernarios y la de los pináculos. Finalmente, se está colocando como acabado una cubierta con lámina de zinc con doble engatillado.
Al detectarse nuevas deficiencias en cubierta y fachadas durante los trabajos, el Concello aprobó una modificación del proyecto para ampliar la intervención. Entre otros problemas, tras la instalación de los andamios y la retirada de las tejas, se observó que el estado de conservación de la cañería de la cubierta es mucho peor del esperado, con diversos puntos que pueden ser origen de entrada de agua en el edificio. Así, se propuso la ejecución, en todo el perímetro del edificio, de una nueva cañería de zinc, el mismo material que se emplea en la cubierta. También se pudo comprobar de cerca el estado de todas las fachadas. De esa manera se detectaron zonas en las que el revestimiento de mortero están sueltas, por lo que se decidió reforzar su repicado para la posterior reparación.
En cuanto a nuevas necesidades estructurales, se está reforzando el sistema de apoyo para la nueva cubierta. Por otra parte, también hubo que incrementar la protección de los archivos frente a la contaminación por amianto que se podría producir durante la retirada del fibrocemento de la cubierta, ya que está resultando más compleja de lo contemplado inicialmente debido a su mal estado.