Julia M.ª Dopico Vale
El madrileño Teatro de la Zarzuela presenta en estreno absoluto la ópera La Celestina, de Felipe Pedrell (1841-1922) compositor, historiador, musicólogo, crítico, folklorista y uno de los ideólogos más grandes de nuestra historia musical, que influyó grandemente en los autores de la “generación dorada” en la que se incluyen nombres como los de Falla, Granados, Albéniz, Vives, Salazar o Gerhard. La obra, considerada como una “ópera de culto”, está basada en la obra maestra de la literatura española del S. XV, La Celestina. Tragicomedia lírica de Calisto y Melibea de Fernando de Rojas, acomodada a través del libreto del propio compositor a los cánones del drama lírico romántico, que busca el tema del eterno amor a través de personajes humanos cuya “pasión ardiente y avasalladora ponen en conflicto trocando placer en dolor y amor en muerte”.
La ópera, cargada de historia y conocida a través de su edición en piano en 1903, es considerada la obra “más madura de la producción pedrelliana” y nunca vio la luz, escuchándose tan sólo un par de escenas que Pau Casals incluyó en un concierto para homenajear al autor del que se celebra ahora además el centenario de su muerte.
La Orquesta de la Comunidad de Madrid y el Coro Titular del Teatro de la Zarzuela bajo la dirección musical de Guillermo García Calvo, son los protagonistas en la interpretación de esta obra magistral y de sonoridad sombría y trágica nebulosa junto al elenco de cantantes entre los que se incluyen Maite Beaumont en la Celestina – bruja vieja y astuta-, Miren Urbieta en Melibea -mujer moza de alta y serenísima sangre- o Andrea Gorrotxategi en Calixto – joven de noble linaje-…
Desde estas líneas musicales de Ferrolterra celebramos la soberbia recuperación musical con la que se repara un agravio histórico.